Lo primero de todo vamos a aclarar, aunque esto seguramente ya lo sabéis todos, que la harina de coco y el coco rallado NO son lo mismo. el coco rallado es la pulpa del coco, directamente deshidratada. Si lo pulverizamos, ¿obtenemos la harina de coco? No, porque la harina de coco se obtiene tras extraer la leche de coco de la pulpa del coco. La carne restante, se seca y se tritura y eso es la harina de coco.
Se trata de una harina baja en hidratos, alta en proteína y en fibra y además, es sin gluten. ¿Qué mas se puede pedir?
Cómo usar la harina de coco:
Mejor usar recetas ya probadas.
Si es la primera vez usas esta harina, te voy a dar mi mejor consejo: ¡huye! No, es broma. Pero sí que tengo un consejo para ti: cíñete a recetas ya probadas y creadas específicamente para coco. No intentes aún adaptar una receta de harina normal o de harinas sin gluten y hacer el cambio. No si aún no has experimentado con ella en recetas ya probadas.
La harina de coco aporta sabor.
Sí. Un rotundo sí. La harina de coco sabe a coco. Así que si no te gusta mucho el sabor del coco, no te lo recomiendo. Es cierto que en algunas recetas si llevan mucho chocolate o especias como la canela o la vainilla, se puede disimular bastante el sabor.
Además, es muy frecuente que encuentres cierto sabor a huevo en preparaciones con esta harina. Y es que como veremos enseguida, también debemos aumentar los huevos en la receta al usar esta harina.
Bizcocho o pan de harina de coco (sin azúcar ni edulcorantes)
No es lo mismo que el coco rallado.
Importante aclaración: no es lo mismo el coco rallado que la harina de coco. En esta entrada te hablo más en detalle sobre el coco. Allí vemos de dónde se obtiene cada uno de ellos y entenderás por qué no son lo mismo ni son sustituibles entre sí.
Absorbe muchísimo líquido.
La harina de coco tiene muchísima fibra y por eso, absorbe tanto líquido. Además es cara, pero lo bueno es que cunde muchísimo. Con decirte que una taza de harinas sin gluten equivalen a 1/3 – 1/4 de harina de coco. Pero no podemos sustituirlo con esta regla de 3 sin más. Al absorber tantísimo líquido, necesitamos añadir más líquido.
En líneas generales, podemos sustituir una taza de harina sin gluten por una cuarta parte de harina de coco pero además, tendremos que añadir un huevo y quizás algo más de líquidos, generalmente algo de grasa como una cucharada de aceite de oliva suave. Si la receta ya lleva nata (crema de leche) o yogur, también podemos optar por aumentar algo estos líquidos.
100 gramos de harina = 25 / 30 gramos de harina de coco + 1 huevo + líquido adicional*
*Esta cantidad de líquido varía mucho según la receta, si lleva nata (crema de leche) o yogur, si lleva alguna fruta o verdura. Así que es orientativo: 1 cucharada de agua o leche de coco.
Para aquellos veganos o alérgicos al huevo: he leído que se puede sustituir el huevo por el huevo de lino (1 cucharada de lino molido + 3 cucharadas de agua). No he trabajado aún suficiente con esta harina para decirte si esa sustitución realmente funciona bien.
Deja que la masa repose.
Una vez que tengas la masa mezclada, déjala reposar unos minutos. Verás que absorbe más líquido y queda una masa más densa con la que trabajarás mejor por ejemplo en estas tortitas.
He observado que las recetas que llevan esta harina y alguna verdura o fruta quedan fenomenal. El agua presente en muchas frutas y verduras ayudan a balancear la harina. Como por ejemplo en estos cupcakes de chocolate, que llevan escondido un calabacín.
Cupcakes de chocolate con harina de coco
Tamiza la harina antes de usarlo.
Si al usar la harina de coco te da la sensación que quedan como grumosos, prueba a tamizar la harina antes de usarlo. Simplemente con pasarlo por un colador fino antes de añadirlo a los demás ingredientes. Además, las diferentes marcas de harina de coco pueden variar mucho una de otra. Yo he usado ya varias marcas y estas son mis favoritas.
Combinar harinas.
Una opción muy interesante. Si quieres aportar un poco de esponjosidad a la masa y resecarla un poco, puedes probar a combinar harina de almendra y la de coco. Teniendo en cuenta la proporción de coco, podrías por ejemplo hacerlo así:
100 g harina sin gluten= 70 g harina de almendra + 10 g harina de coco + algo más de líquido (dependerá de la receta, algo más de leche, de nata (crema de leche) o de agua).
Es una harina interesante y una vez que ya las has probado, quizás te animes a ir poco a poco ensayando con ella. Además, como ves, cunde muchísimo. Eso sí, debes darte tiempo y paciencia porque es una harina un poco complicada.
En esta receta de pan bajo en carbohidratos utilizo la harina de coco, combinada con harina de almendra y con un almidón (en este caso almidón de arruruz, del que ya os hablaré otro día).
Hogaza de pan low carb y sin gluten
Harina de coco desgrasada.
Por último, no me puedo despedir sin hablarte de la harina de coco desgrasada. Si miras los valores nutricionales de las diferentes marcas de harina, verás que algunas llevan más grasa que otras. En general, cuanto más bajo es este valor, más se asemejará a una harina normal y mejores resultados obtendrás.
Esta entrada Cómo usar la harina de coco fue escrita por Adriana Aparicio también autora de funtimeingles.com que ahora trae su contenido a Manualidades Sin Gluten.