Hoy traigo una receta que me encanta, la he preparado ya en cuatro oportunidades y cada vez con mejores resultados. Se sale un poco de la temática de dulces y panes de este blog por no ser dulce, pero para mi todo lo que se prepara con masas hojaldradas, quebradas o levadas valen para un post en este Gato Goloso.
No conozco al primero que no le hayan gustado las spanakopitas, pueden rellenarse de casi cualquier cosa (aunque las originales son con espinaca y queso feta) y al hornearlas resultan delicadas y deliciosas. Es como comer hojaldre recién hecho o empanadas o lumpias pero sin el sentimiento de culpa por que contienen solo una fracción de la grasa que pueden tener los otros manteniendo esa sensación crujiente que tanto nos gusta. Así que es ideal para los que desean reducir su consumo de frituras aunque sea un día a la semana.
Si no conocen este clásico griego ya es hora de hacerlo, yo las armo y las congelo si no las voy a comer de inmediato, así cuando tengo visitas simplemente saco algunas, las pongo 20 minutos al horno y listo.
La masa filo (o philo) es muy delgada y laboriosa de hacer, así que recomiendo comprarla ya lista para usar (yo la compro en San Jorge en Chacao a un precio relativamente bajo considerando todo lo que rinde). La masa siempre debe estar envuelta en plástico o cubierta con un paño húmedo, de lo contrario las delgadas capas se secarán y será imposible de manipular por que se endurecerá y ya no será maleable.
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Las capas vienen dobladas y deben separarse antes de usarlas, se untan con mantequilla fundida o aceite y se superpone una capa sobre otra. No hay que asustarse al tratar de separar las hojas, algunas irremediablemente estarán pegadas en algunos sitios, simplemente sigan trabajando y completen con algunos trozos si les falta.
Vean el proceso de elaboración, estas las hice ayer en la mañana:
Para trabajar esta masa debe estar todo listo y dispuesto: relleno, mantequilla fundida, brocha de cocina, paño húmedo (mejor dos para cubrir las que se vayan haciendo) cortador de pizza y una bandeja para depositar las spanakopitas ya armadas.
Las capas deben separarse cuidadosamente y untar cada una con mantequilla fundida antes de colocar la siguiente capa.
Algunas veces cuesta mas que otras trabajar la masa, suele romperse si se tira muy duro de ella y se enreda fácilmente si no se tiene cuidado. Si las capas vienen pegadas y se rompen al intentar separarlas solo traten de hacer su mejor esfuerzo sin estresarse mucho, la mantequilla fundida permite pegar los pedazos que se hayan desprendido ;)
Yo trato de trabajar con dos tiras a la vez mientras mantengo el resto de la masa cubierta con un paño húmedo. Un cortador de pizza es ideal para cortar la masa de forma limpia. En este caso he hecho dos tiras con tres capas cada una. A veces cuando las capas insisten en mantenerse pegadas simplemente trabajo con dos (la que está pegada y una nueva).
Colocar una cucharada del relleno y doblar en forma triangular tratando de que no queden flojos los dobleces (los que suelen doblar las bolsas de mercado en forma triangular-como yo-ya tienen este paso aprendido de sobra).
Con cada tira salen dos spanakopitas pequeñas. Podría utilizar toda la tira de masa pero me gustan mas bien finas.
Así quedan ya listas para el horno o para congelar, si se decide hacer esto último solo deben cubrirse con plástico adherente y procurar que no se toquen entre si para que se congele cada una por separado.
Y ahora que ya expliqué todo casi ni hace falta la receta, pero antes vean como quedaron estas linduras al salir del horno y luego vestidas ya para el desayuno:
Esta quedó perfecta, me dio lástima comérmela...naaa la verdad no.
Y ahora la receta:
Spanakopitas
Ingredientes:
Un paquete de masa filo (se consigue en San Jorge-Chacao)
1 rama de cebollín (o dos según el gusto) cortado finamente
Dos paquetes de espinacas frescas
1 queso ricotta de 500 g
3 cucharadas de queso blanco o parmesano rallado (opcional)
1 huevo a temperatura ambiente
Sal y pimienta al gusto
Para las spanakopitas:
3 cucharadas de mantequilla fundida
Relleno de espinaca
Para el relleno de espinaca:
Separar las hojas de espinaca de los tallos y lavarlas bien bajo el grifo. Reservar.
En una sartén a fuego medio sofreír, con dos cucharadas de aceite, el cebollín sin que se dore. Agregar las hojas de espinaca y sal al gusto hasta que la espinaca se reduzca y el agua que suelten prácticamente se evapore. Retirar de la sartén y dejar enfriar en un colador sobre un recipiente para separar el agua que quede. Una vez fría, trocear finamente la espinaca con un cuchillo para evitar encontrarse con tiras largas de espinaca al comer las spanakopitas.
En otro recipiente desmenuzar el queso ricotta con la ayuda de un tenedor. Incorporar la espinaca con el cebollín, el queso rallado y rectificar la cantidad de sal y pimienta.
Añadir el huevo ligeramente batido. Tapar y reservar en la nevera hasta su uso.
Para las spanakopitas:
Pre-calentar el horno a 180˚C.
Cortar tiras de masa filo de 10 cm de ancho por el largo de la masa (como 35 cm)
Apilar 3 capas de masa filo untando con mantequilla fundida cada capa antes de colocar la siguiente. Untar con mantequilla fundida la tercera capa tambien.
Colocar 1 cucharada del relleno de espinaca y doblar la masa en forma triangular, untar la spanakopita con mantequilla fundida y depositarla en una bandeja cubierta con papel encerado. Cubrir con un paño húmedo hasta terminar todas las spanakopitas.
Llevar al horno de 15 a 20 minutos hasta que luzcan doradas.
Consumir de inmediato
Nota: la masa que compro contiene 3 paquetes de masa filo, para esta receta se utilizan 2. La otra parte debe guardarse refrigerada y bien envuelta para que no se seque.
Da para 24 unidades
Y a ti ¿te gustaría probar una de estas? ¡Feliz fin de semana!