Nada como una buena, calentita y deliciosa crema de coliflor para superar estos días de frío invierno. Y nada mejor que aprovechar los productos de temporada para hacerla por cuatro duros. Lo cierto es que estas últimas semanas lo único que he comido han sido sopas y cremas de todo tipo. Una neumonía me ha mantenido alejada de la cocina, de los míos, de la fotografía y de salir a la calle. Más de tres semanas en cama sin ganas de nada...bueno, no ha sido así en realidad, porque durante todo ese tiempo no he hecho otra cosa que pensar en recetas, futuras entradas y nuevos proyectos que ya desvelaré en su momento. Mientras tanto vamos a centrarnos en la receta de hoy, aunque casi un mes más tarde de lo que tocaba jajaja, más vale tarde que nunca no?.
En mi casa no son nada amantes de las crucíferas, dicen que huelen y saben fatal, así que siempre me las tengo que ingeniar para introducirlas en la dieta sin que me arruguen mucho la nariz.
Ahora mismo da gusto ver las paradas de los mercados con esas bellas coliflores, brócolis o rumanescos, si es que son perfectas para regalar bien envueltas con una lazada y ponerlas en el centro de la mesa como decoración. Eso es justo lo que nos dieron en una ocasión en un recóndito restaurante en la frontera austro- esloveno- italiana. Realmente fue una experiencia muy curiosa.
Os cuento, desde que vivo en Suiza aprovecho las vacaciones de mis hijos para acercarnos por Alemania, Italia y Austria, lo tenemos a un tiro de piedra y a un golpe de coche te plantas en cualquiera de estos países. La primavera pasada visité uno de esos pueblos que debes visitar una vez en la vida, se trata de Hallstatt, es un paraíso, sólo os digo que los chinos han hecho una réplica de éste pueblo jajaja, si es que no hagan éstos.... El caso es que a la vuelta a nuestro hotel que estaba a unos 50km de distancia, charlando, alucinando con los paisajes y pensando en volver al día siguiente nos liamos y sin querer aparecimos en Eslovenia. Cuando vi la frontera aluciné jajaja, a lo tonto nos habíamos desviado más de 100km, pero de perdidos al río, cómo ya era tarde decidimos buscar algún restaurante y aprovechar el nuevo país para catar su gastronomía. Preguntamos a un lugareño y nos dijo que estábamos de suerte, que era un día muy especial y que fuésemos a un local muy cuco que estaba a la vuelta de la esquina.
Nada más entrar nos recibieron con los brazos abiertos y dos ramos hechos con coliflores de colores y dos esquejes de manzano para mi marido e hijo. Yo no entendía nada, sin pedir mesa ya te regalaban cosas jajaja, eso era un buen comienzo!. Al pedir la carta nos recomendaron la crema del día, de coliflor y manzana con queso mascarpone. Resulta que era el día nacional de esa crema !! Como buena blogguera que es una no pude más que preguntar el porqué de un día para celebrar una crema de verduras y alucinamos con lo que nos contaron. Conocéis la historia de Romeo y Julieta no? Pues en Eslovenia tienen su versión a lo coliflor y la manzana. Los ciudadanos de la zona austríaca disponían de unas plantaciones de árboles frutales tremendas mientras que los de la zona eslovena sólo podían cultivar crucíferas, estaban de coliflores y nabos hasta lo innombrable. Como buena zona fronteriza, lo de relacionarse entre ellos como que no, cada uno en su lado y fardando de sus cosas. Hasta que un día dos jóvenes jugueteando por el campo y recogiendo margaritas se cruzaron sus miradas , aparecieron mariposas en los estómagos, frotaron sus alas las campanillas del campo, sonaron campanas de boda, los ojos hicieron chiribitas y surgió el amor. Por supuesto sus familias se negaron a aceptar esa unión, así que les prohibieron verse. Pero el verdadero amor es lo que tiene, y como siempre la cabra tira al monte, la chica se quedó embarazada sin querer jajajaja .
Decidieron que ellos querían estar juntos y crear una familia así que tomaron la decisión de crear algo fruto de la unión de sus tierras y surgió la famosa crema de coliflor y manzana al toque de queso mascarpone por eso de integrar en la familia a los de la zona italiana y no hacerles un feo.
Una gran historia de amor entre ingredientes que casan a la perfección.
El secreto para que nadie se queje al tomar esta crema es cocer la coliflor en agua con sal durante siete minutos. De esta forma se elimina el sabor terroso y podemos disfrutar de una deliciosa verdura de invierno.
Aunque yo creo que el éxito de esta crema son los toppings. El toque crujiente de las almendras, el bacon bien hecho, la sutileza de los brotes y el frescor del yogurt hacen que sea una crema sublime!.
Esta entrada es muy especial, no por la receta que es normalita, sino por quién la ha propuesto. Nuestra querida amiga Maragda se reincorpora en la vida bloguera después de un tiempo apartada. Esto ha sido un gran regalo de reyes, encontraba muchísimo a faltar sus relatos en su página web, sus historias, sus recetas, en resumen, que es un placer saber que ha vuelto con fuerza y liándonos a todos los que nos encontramos a su alrededor jajajajajaja. Luego al final de la entrada os cuento el qué!!!
No os perdáis las propuestas de mis compis las cookings: Rosa, Lourdes, Ly, MJose y Maragda.
Vamos a cocinar!!
INGREDIENTES
* 800g coliflor
* 2 dientes de ajo
* 1 chalota
* 1 nuez de mantequilla
* 2 patatas medianas
* 2 manzanas
* 1l caldo de ave
* comino molido, tomillo picado
* 25g mascarpone
* 200g nata (crema de leche)
* 50g leche
* 100g aceite de oliva virgen extra
* sal y pimienta
* almendras tostadas
* 4 cucharadas de yogurt
* brotes variados
* bacon en cubos
ELABORACIÓN
1. Escaldar la coliflor cortada en ramilletes y por la mitad en agua salada durante 7-8 minutos. Retirar y dejar templar .
2. En una cazuela unir la nuez de mantequilla y el aceite de oliva y hacer un sofrito con los ajos fileteados y la chalota picada. Incorporar la coliflor previamente escaldada, las patatas troceadas, la manzana pelada y troceada, tomillo, el comino y el caldo bien caliente. Dejar cocer durante 8-10 minutos, hasta que la coliflor y las patatas estén tiernas. Triturar y colar, unir el mascarpone, la nata (crema de leche) y la leche, llevar a ebullición y triturar de nuevo. Salpimentar al gusto.
3. Servir bien caliente junto a una cucharada de yogurt, las almendras troceadas, el bacon crujiente y los brotes.
Os ha gustado la historia de cómo una coliflor y un manzano pueden unir a dos países? A mí me fascinó mientras mi mente la inventaba jajajaja, Qué el poder de las verduras y la fruta nos acompañe!! Ya os digo yo que si las verduras hablasen las cosas nos irían muchísimo mejor. Pero por desgracia no es así, Maragda que es un torbellino hermoso de persona, nos animó a presentar una crema o sopa con una curiosa e inventada historia detrás, Todo un placer entrar en el juego querida amiga! Qué os aproveche!!!