Col, acelgas, brócoli, espinacas… Hay algunos alimentos que, definitivamente, no han sido agraciados con la simpatía del público. Casualidades de la vida, muchos de ellos son productos típicamente de invierno. No tiene nada que ver, creo, pero es algo que me ha venido a la cabeza mientras pensaba en ellos.
Hace poco rescaté uno de ellos, el brócoli, y aprovechando que ahora los hay estupendos preparé unos macarrones con brócoli al estilo de mi padre.
En esta ocasión es la coliflor la homenajeada, ya que salió ganadora en las votaciones del Juego de blogueros de este mes.
Coliflor, sí. Que nadie tuerza el morrito como una persona a la que vi hacerlo hace poco al ver una coliflor magnífica sobre el mármol de la cocina esperando a convertirse en una crema. True story.
Personalmente creo que a todas estas verduras de invierno, tradicionalmente no se las ha tratado con el cariño que merecen. Si simplemente las hervimos y las servimos con un chorro de aceite, no es que estén malas, pero tampoco sacamos todo su potencial. De entrada tienen un olor peculiar cuando hierven, cosa que ya nos echa para atrás, y luego pierden sabor y consistencia con el hervido. En realidad creo que pasa con cualquier cosa que hierva en agua sola excepto la pasta y el arroz, que no tienen alternativa. Si les damos una cocción al vapor, un salteado, maceración en vinagre u otras muchas maneras de prepararlas, la cosa cambia sustancialmente.
Y como consejos traigo que para mi no tengo, esta coliflor… ¿cómo la he preparado?
¡Sí! ¡Hervida!
Bueno, pero en este caso con su caldito de verduras, con otras verduras que ya habían sido salteadas previamente… bueno, os explico la receta y veréis que no es simplemente una crema de coliflor tristemente remojada en agua caliente.
Crema de coliflor
Para 2 personas:
Media coliflor
1/4 cebolla mediana
1 diente de ajo
1/2 puerro
500 ml. de caldo de verduras
100 ml. de vino blanco
2 Cdas. de mantequilla
Pimienta negra
unas ramitas de cebollino
2 cucharadas de almendra picada
Reservamos el tallo grueso de la coliflor para otros menesteres y nos quedamos con las flores y las ramitas tiernas para la crema. Separamos algunas flores y las cortamos en láminas, nos servirán para decorar. El resto las cortamos a trozos. Cortamos también la cebolla, el diente de ajo y el puerro. Salteamos primero el puerro y la cebolla. Al cabo de unos minutos, cuando esté dorada, añadimos el ajo y la coliflor (excepto la de decoración) en la misma olla donde vayamos a preparar la crema con una cucharada de mantequilla.
Añadimos el vino blanco y lo dejamos reducir unos dos minutos. Añadimos el caldo de verduras y lo dejamos, tapado, que hierva unos 15 minutos
Trituramos la crema. En este punto añadiremos más agua o caldo según la queramos más o menos líquida.
Rectificamos de sal y pimienta molida al gusto
Para la decoración salteamos con una cucharada de mantequilla las láminas de coliflor durante unos minutos, por los dos lados, hasta que quede dorada. El emplatado puede ser como lo hice yo, en la foto que abre esta entrada: con las láminas de coliflor salteada, cebollino picado y una cucharada de almendra picada por plato. La almendra, además de encajar muy bien de sabor, nos da un toque crujiente que hace la crema más entretenida
Y como esta entrada forma parte del Juego de blogueros, vamos a ver qué otras delicias podemos preparar con coliflor:
María José de Aquí se cuece jugando
Elvira de Así se come en Granada
Carabiru de Birulicioso
Fe de Código secreto 280
Mónica de Dulcedelimón
Mari Sol de El menú de mi cocina
Inma de Entre 3 fogones
Raxel de Home and run
Eva de Pekando con Eva
Maribel de Picoteando ideas
Maryjose de Tapitas y postres
Sara de Una italiana en la cocina
¡Ya podemos salir todos corriendo a comprar coliflores para preparar todas estas recetas!
¡Hasta pronto!