Pero es que según empezaba a escribir se me ha venido a la cabeza la imagen de toda la tropa política comprando en el Mercadona de Valverde del Camino y mi cuñada metiendo el dedo en el plástico que envolvía una lombarda para ver que era aquel ser tan extraño y para ella poco apetecible.
El caso, que a lo mejor en Huelva, o más bien en casa de mi señor esposo, no se conoce mucho, pero aquí en Madrid, pues todo lo contrario.
Tanto es, que en mi tierra es típica de Navidad, sí sí, verdurita para Noche Buena o la comida de Navidad, nada de excesos y comidas copiosas, sino una tradición rica, sana y ligera para estas fiestas. Y barata, que siempre está bien mirar también por el bolsillo, sobre todo estos días.
Además en estas fechas está en plena temporada, así que nada mejor para una buena cenita navideña.
Lo típico por aquí es ponerla como plato principal cocinada con bacon, manzana, piñones; o como acompañamiento a un asado.
Pero yo lo que os traigo es una suave y deliciosa crema.
De la familia de las coles ésta me conquista por su color, ya que soy la loca del morado.
Y además en casa es una de las verduras que gusta a todos, así que no le puedo pedir más a este preciado alimento.
Eso sí, para el padre sólo entera (la guiso con bacon y piñones), para mi sólo en crema y Lucía le da a los dos palos.
Vamos allá con la receta:
Ingredientes: para 6 personas
1 lombarda medianita, unos 600g
1 puerro
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra (unos 40 g)
500 g de un buen caldo (de pollo, de carne, yo uso el del puchero del que siempre tengo reservas en el congelador)
Sal
AOVE (aceite de oliva virgen extra)
Para adornar:
Yo he usado simplemente cebollino picado.
Podéis poner unos picatostes.
Para los que no tengáis problemas con los lácteos: nata (crema de leche) líquida de cocinar y podéis hacer una espiral o tela de araña por encima de la crema una vez servida en el plato.
Elaboración:
Lavamos bien el puerro y lo cortamos en trozos.
Troceamos la lombarda. La lavamos y escurrimos bien.
Ponemos una cazuela al fuego con un chorreón de AOVE. Cuando esté caliente añadimos el puerro y sofreímos un poco a temperatura alta unos diez minutos.
Añadimos la lombarda y damos unas vueltas en la olla junto al puerro.
Añadimos el caldo.
Tapamos la cazuela y dejamos cocer unos 20 minutos.
Trituramos todo con la batidora hasta lograr una crema finita.
Probamos y rectificamos de sal si lo necesitase (yo con el caldo del puchero, que me queda fuertecito, no suelo tener que añadir a penas sal)
En cuanto al espesor. Si antes de triturar veis que hay demasiado líquido, sacar con un vaso un poco, reservar, triturar y añadir lo reservado según se necesite si hace falta. Y, si por el contrario, una vez triturada quedara muy espesa, añadir un poquito de agua según requiera, batir, probar de sal y listo.
Servir calentita y a disfrutar.
Podéis preparada con antelación y congelarla. De esta y otras cremas varias también tengo reservas en el congelador (que como podéis intuir pequeño no es jajaja…)
Para tomarla después, sólo tenéis que sacarla un día antes a la nevera. A la hora de ir a tomarla, la ponemos en una cazuela al fuego unos minutos y vamos removiendo constantemente para que no se pegue y la textura quede como recién hecha.
¡Feliz Navidad!