¡Qué ganas tenía de otoño! Ya me apetecía hacer cambios de ropa y sobre todo de comidas, me encantan las cremas, los purés y los caldos. Son ideales para entrar en calor y además muy sabrosos. Hace poco vi una receta por internet de una crema queme llamo la atención por dos de sus ingredientes: el jengibre y la curcuma. Me flipan ambos así que pensé que la mezcla tenía que ser brutal. Adapté un poco la receta a mis gustos y lo que tenía en la nevera en ese momento y el resultado fue espectacular, así que hoy comparto la receta con vosotros.
INGREDIENTES (para 4 raciones)
1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
700 gr aprox de zanahorias
1 patata grande o 2 pequeñas
1/2 cebolla
2 dientes de ajo
una rodaja de jengibre de 1 dedo aprox (menos si no os gusta muy fuerte)
1/2 cucharadita de curcuma
1 cucharadita de café de sal
pimienta negra
1,2 l de caldo de verduras
ELABORACIÓN
Pelamos y cortamos a trozos las zanahorias y la patata, lo echamos a una olla. Pelamos y rallamos el jengibre y lo añadimos. Ponemos en la olla el resto de ingredientes y lo llevamos a ebullición durante unos 25 min a fuego medio y lo tapamos (podemos dejar una abertura para que no se salga de la olla). Una vez que está la patata y zanahoria tiernas, apagamos el fuego y dejamos enfriar un poco antes de batirlo (por si salta un poco no quemarnos). Batimos hasta que todos los ingredientes queden bien ligados y obtengamos una crema fina. Podemos probar y regular la sal y la pimienta según nuestro gusto. Si se desea, se puede acompañar de unos picatostes o pipas si se desea.