Si hay una receta básica en repostería es la de la crema pastelera. Se utiliza para rellenar pasteles, tartas, piononos, berlinas,…, da igual. Lo que quiera que se nos pueda ocurrir.
Ya os comenté en la entrada anterior que tengo varias recetas pendientes de mostraros y como la he empleado en unas cuantas creo que lo mejor será que la demos el protagonismo que se merece teniendo su propio espacio.
He visto diferentes maneras de hacerla pero todas son muy similares entre sí. Una vez más he recurrido a la receta que mi admirada Anna Olson utiliza. Esta, en especial, me gusta porque no es demasiado dulce. Ya sabéis que si peca de dulzona me resulta especialmente empalagosa.
¿Estamos preparados?. Pues venga, a cocinar.
Ingredientes:
225 ml. de leche semidesnatada.
60 grs. de azúcar.
20 grs. de maicena.
1 huevo y una yema adicional.
1/2 vaina de vainilla.
2 cucharadas de mantequilla a punto pomada
60 grs. de mantequilla (separada de la cantidad anterior) fría
Elaboración:
Antes de iniciar la receta pesamos, medimos y colocamos bien ordenaditos todos los ingredientes y utensilios que vayamos a utilizar. Es muy importante tener todo a mano. Como siempre, los ingredientes deben estar a temperatura ambiente, la mantequilla preferiblemente en el punto pomada.
Ponemos en un cazo la leche junto con la vainilla (que previamente habremos abierto longitudinalmente y vaciado raspando con la punta del mismo cuchillo).
En un cuenco mezclamos con una varilla el huevo, la yema, el azúcar y la maicena.
Cuando la leche esté ya caliente, retiramos la vaina de la vainilla y añadimos el líquido en la mezcla del huevo y continuamos removiendo con la varilla.
Cuando todo se haya integrado bien pasamos de nuevo al cazo toda la mezcla sin dejar de remover, a fuego medio, hasta que espese.
Llevamos las dos cucharadas de mantequilla a un cuenco y sobre éste un colador en el que pondremos la crema y con la ayuda de una espátula o cuchara de silicona la tamizaremos para eliminar restos de vainilla y posibles grumos.
Removemos bien hasta que la mantequilla se haya ligado a la crema y tapamos “a piel” con film transparente dejando que enfríe sobre la encimera hasta quedar a temperatura ambiente.
Por último, sólo queda una vez fría enriquecerla un poquito más con el resto de la mantequilla, menzclando bien.
Ahora ya podemos dejarla en la nevera tapada con film aunque ya no es necesario que éste toque la crema.
Consejo:
Cuando vayamos a utilizar la crema es preferible remover con una espátula antes de emplearla como relleno.
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