Cuando inicié este blog hace ya la friolera de diez años, las croquetas eran un manjar que sólo podía degustar fuera de casa, principalmente porque la bechamel y yo eramos enemigas íntimas. Pero eso ha cambiado, prueba de ello es la anécdota que me sucedió hace un par de semanas.
En mi lugar de residencia nos hemos dado cuenta que, en los cumpleaños, los niños huyen de los típicos sandwiches y que prefieren una buena tortilla de patata, unas empanadillas o unas croquetas, así que estamos sustituyendo el menú de las celebraciones. Así por lo menos hacen una merienda-cena y luego preocupa menos que se pongan golosos de tarta.
En el último cumple en el que hubo croquetas, mi hija se acercó muy enfadada con una croqueta en la mano (claramente precocinada) al lugar donde yo estaba y me dijo "¿de verdad quieres que me coma esto? ¡pero si no tienen nada que ver con las tuyas!". Nos dió por reir y le dije que no se preocupase, que comiese lo que quisiera y que ya comería croquetas cuando yo las hiciese, a lo que me contesto muy ofendida "a ver si es verdad, que hace mucho que no las haces". Y yo que no me resisto a darle estos caprichos gastronómicos, a la mañana siguiente me puse a preparar estas croquetas con jamón de las que hoy os traigo video y receta:
Ingredientes (para unas 30 croquetas aprox)
8 lonchas de jamón serrano o ibérico
1 cebolla
4 o 5 cucharadas colmadas de harina
3/4 de litro de leche
aceite de oliva
3 huevos
pan rallado en abundancia
Preparación
Lavamos, pelamos y picamos la cebolla bien menudita. Ponemos una sarten honda con aceite de oliva a calentar y doramos la cebolla.
Picamos el jamón bien menudo y lo añadimos a la sartén cuando la cebolla este bien dorada, y lo dejamos cocinar todo juntoun minuto.
Abrimos hueco y añadimos la harina, cocinándola con el propio aceite de oliva, y después vamos mezclando todo. Añadimos la leche (del tiempo o templada) poco a poco, hasta que obtengamos una pasta cremosa que se despega con facilidad de las paredes de la sartén, pero que tiene la suficiente consistencia como para no caerse de la cuchara de madera.
Cuando ya tenemos la masa con el jamón preparada, la apartamos del fuego y la dejamos enfriar en un recipiente plano, y cuando hayan perdido el calor del fuego, dejamos enfriar en la nevera un mínimo de seis horas.
Cuando la pasta ya esté cuajada y moldeable, hacemos pequeñas balas o cilindros de la masa, las pasamos por el huevo batido y después por el pan rallado. Cuando ya las tenemos listas, calentamos aceite (a fuego medio alto), y freimos hasta que esten bien doraditas nuestras croquetas de jamón.
Y después sólo queda degustarlas.