Una botella de sidrina, fabes verdinas, manzanas y quesucos del mercado de Ribadesella o del dominical en Cangas , son sabores que identificamos con Asturias y que procuramos traer a casa cuando hacemos una escapada a esa tierra. Hoy hemos querido utilizar dos de ellos en un postre sencillo de realizar en el que se combinan de forma excelente. El primer bocado nos traerá recuerdos de playas, montes, bufones, faros y pueblos a los que con seguridad regresaremos en cuanto tengamos unos días libres, porque ¿quién renuncia a “volver al paraíso”?.
RECETA
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INGREDIENTES
1 kg de manzanas peladas y troceadas (reservar algunas pieles)
600 g de azúcar
1/2 limón
PREPARACIÓN
En una cazuela amplia echar las manzanas troceadas, el azúcar, medio limón cortado en dos partes y algunas de las pieles de las manzanas que servirán para espesar y que habrá que retirar antes de triturar.
Poner a hervir al principio a fuego lento para que no se pegue, pero cuando las manzanas suelten un poco de agua subir un poco el fuego y dejar hervir durante una hora.
Retirar las pieles y pasar la batidora hasta que quede bien fino.
Volver a poner a hervir durante media hora sin dejar de remover para que no se pegue. Estará listo cuando al meter la cuchara de madera en la mezcla, esta quede de pie sin sujetarla.
Pasar a los moldes previamente untados con un poquito de aceite de girasol y dejar enfriar antes de conservar en la nevera.