Lo que si os advierto es que no es apto para niños! Aunque os pongo en notas la versión para los peques, pero ni comparación...
Os animo a prepararla para una noche para dos, una cena con amigos, o cualquier evento, ya que la podeis dejar preparada con antelación y solo tendreis que gratinarla antes de servirla... os aseguro que esta "retebuena"...
INGREDIENTES
1/2 Pechuga de pollo (si tenéis pollo sobrante de alguna otra receta, es una buena forma de aprovechar los restos (pollo del cocido, pollo asado al horno, de caldo de pollo...)
1 brick pequeño de salsa de tomate frito
1 brick pequeño de nata (crema de leche) para cocinar
Queso rallado tipo chedar, o 2 lonchas
Chile chiplote (básico para los adultos) Lo compro en Supercor (es una lata pequeñina y está bien de precio, vais a usar poco asi que el resto en bote de cristal hermetico en la nevera os dura un montón)
6 tortillas de trigo
sal
aceite de oliva virgen
PREPARACIÓN
Hervimos la pechuga de pollo (si tenemos restos de otras recetas solo hace falta desmenuzarla) durante aproximadamente 15 minutos en agua con un poco de sal, y la deshebramos. Para ello, una vez fría, con la ayuda de dos tenedores la vamos desmenuzando o deshilachando.
Licuamos el tomate frito con un poco del chile chiplote, ojo aquí.... porque el chile pica, y pica mucho, así que en función de vuestros gustos echáis más o menos.. la salsa de éstos chiles es la que aporta básicamente el sabor mejicano a nuestra receta, así que yo os recomiendo echar un trocín de aproximadamente el tamaño de la yema de vuestro dedo, y una cucharadina de la salsa que viene en la lata. Probad el tomate y añadís más o menos, pero yo que no tolero bien el picante porque creo que mata el sabor de la comida (además de por mi hipertensión..) ésta es la cantidad perfecta para mi gusto.
En una sartén antiadherente echamos un pelín de aceite y vamos friendo las tortillas vuelta y vuelta (yo a veces me salto éste paso y las hago directamente sin freir, aunque salen mas buenas así).
Las vamos rellenando con el pollo y las colocamos en una fuente que pueda ir al horno.
Una vez todas colocadas, les echamos la salsa de tomate por encima, la nata (crema de leche) y el queso rallado o las lonchas cortadas en trozos., gratinamos en el horno y listo!!
NOTA: Lógicamente a los niños no podemos darles el chile, así que en la versión infantil lo sustituyo por medio diente de ajo o simplemente solo con el tomate.