Un simple bizcocho enrollado y relleno de nata (crema de leche) se convierte en el mejor bocado del mundo. Y si encima lo cubrimos con una deliciosa crema pastelera de café... toda una delicatessen.
Muy fácil de preparar y a pesar de ser de una sencillez extrema es un postre que agrada a todo el mundo y con su forma enrollada tan llamativa... una apuesta ganadora segura.
ENROLLADO RELLENO de NATA (crema de leche) con COBERTURA de CREMA PASTELERA de CAFÉ
INGREDIENTES
Para el bizcocho
5 huevos
125 grs de azúcar
125 grs de harina
1 pizca de sal
Para el relleno
200 ml de nata (crema de leche) para montar
125 grs de azúcar glas
Para la crema pastelera de café
100 ml de leche
1 cucharada sopera de fécula de maíz (maicena)
1 huevo entero + 1 yema
60 grs de azúcar
150 ml de nata (crema de leche) para montar
1 café expresso (o bien 1 cucharadita de café instantáneo)
PREPARACIÓN
Crema pastelera de café
En un cazo ponemos el huevo entero más la segunda yema, el azúcar y la fécula de maíz. Mezclamos hasta conseguir una pasta homogénea y sin grumos.
Echamos en el cazo, la leche, la nata (crema de leche) y el café. Removemos para integrar bien los ingredientes.
Llevamos a ebullición la preparación y vamos dejando que espese, sin dejar de remover ya que se pega muy fácilmente en el fondo.
Cuando haya espesado (tened en cuenta que cuando enfría coge más espesor) la retiramos del fuego y tapamos a piel con papel film. Dejamos enfriar completamente.
Aquí os dejo el paso a paso en video
Enrollado y relleno
Empezamos montando la nata (crema de leche) junto con el azúcar glas. Reservamos en la nevera hasta el momento de utilizar. Recordad que tiene que estar muy fría y que tiene que tener un 35% o más de materia grasa.
Batimos los huevos con el azúcar hasta que hayan doblado su volumen y consigamos una mezcla blanquecina.
Incorporamos poco a poco la harina que habremos tamizado y la pizca de sal batiendo a la velocidad mínima de nuestra batidora o realizando movimientos envolventes.
Vertemos la masa en una bandeja apta para el horno forrada con papel sulfurizado y cocemos 10 minutos en el horno precalentado a 170º. Retiramos el bizcocho, enrollamos el bizcocho con el mismo papel y dejamos enfriar.
Una vez completamente frío, extendemos la plancha de bizcocho, separándola del papel y distribuimos sobre ella la nata (crema de leche) que tenemos reservada. Volvemos a enrollarlo y lo reservamos en la nevera 1 o 2 horas.
Pasado este tiempo procedemos a decorarlo. Cortamos las puntas de los extremos y con la ayuda de una espátula, extendemos una generosa cantidad de crema de café. Acabamos con un poco de chocolate negro rallado y con unas cuantas gotas de chocolate fundido. ¡Toda una delicia!. Disfrutadlo.
Un dulce de toda la vida que nunca pasa de moda