Cuando el ser humano descubrió el fuego se le abrió un mundo lleno de posibilidades. Sobre todo en la cocina. Ya no tenía que comer las carnes o los pescados crudos. Con el descubrimiento de la cerámica podía hacer guisos poniendo los pucheros directamente al fuego; pero había que mantenerlo siempre encendido quitando la cecina y avivando las brasas. El plato de hoy es una vuelta a los orígenes aunque con algunos productos que nos llegaron de América. Nos referimos a la escalivada que se hace poniendo berenjenas, pimientos rojos, y cebollas sobre una parrilla y al fuego o sobre brasas. Si disponéis de una barbacoa o una chimenea sois afortunados porque ya tenéis buena parte del plato hecho, aunque podéis sustituirlas por el horno doméstico. Perderéis el aroma a humo de leña, pero todo no se puede tener en esta vida. La forma clásica de presentar la escalivada es en tiras y aliñadas con un buen aceite de oliva y sal. También suele servirse sobre una tosta de pan y con unos filetes de anchoa. En nuestro caso hemos puesto el pan aparte y hemos añadido una salsa romesco con unas pocas avellanas tostadas y partidas. También podéis comer la escalivada en forma de mousse o bien como relleno de unos tomates.
RECETA
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INGREDIENTES
2 cebollas
2 berenjenas
2 pimientos rojos
Anchoas
Avellanas tostadas
Salsa romesco
Tomates rojos maduros
Aceite de oliva virgen extra
Sal
PREPARACIÓN
Asar las verduras directamente al fuego o en horno doméstico.
Cuando se hayan enfriado pelarlas y cortar en tiras colocándolas sobre una fuente o plato, salar ligeramente.
Emplatar por capas, poner las anchoas encima y aliñar con la salsa romesco que puede ser casera (ver receta de la salsa romesco) o comprada.
Acompañar con pan de chapada tostado, untado con tomate y aliñado con aceite de oliva virgen.