Aquí los "calçots" son unos tiernos espárragos trigueros y las "capas quemadas" se construyen con un crujiente rebozado con tinta de sepia. Eso sí, mantenemos el romesco original. El resultado es un plato sabroso y vistoso.
Ingredientes
2 manojos de espárragos verdes
salsa romesco (pinchar aquí para ver la receta)
aceite de girasol
Para el rebozado
100 g de harina
25 g de agua
1 huevo
2,5 g de levadura química
1 cucharadita de tinta de sepia (o calamar)
sal
Para 4 raciones
Preparación
El rebozado
Colocar en un bol todos los ingredientes: harina, agua, huevo, levadura, tinta y sal, y con ayuda de unas varillas batirlos bien, hasta integrarlos y conseguir una mezcla lisa. Dejar reposar unas horas para que la levadura actúe y le de a la masa una textura esponjosa, secreto que hace que el rebozado quede crujiente al freírlo.
Limpiar los espárragos y con las manos romper el pie por donde el espárrago lo pida.
En una sartén al fuego con unas gotas de aceite saltear los espárragos.
Colocar un cazo al fuego con aceite de girasol y calentar.
Pasar los espárragos por la mezcla del rebozado hasta que queden bien cubiertos, cuidando que la punta quede limpia.
Freír los espárragos, con cuidado de que la punta quede fuera, hasta que el rebozado quede crujiente. Es útil ayudarse con unas pinzas para esta operación. Retirar y dejar escurrir sobre un plato con papel de cocina.
Servir acompañados de salsa romesco y a disfrutar!!!