Vale, lo reconozco, esta preparación no merece el nombre de receta ni en su elaboración se puede decir que cocinemos nada (a no ser que seas un virtuoso de la mayonesa y te metas en harina). Sin embargo, es una opción ideal para cuando no tienes tiempo de nada (el plato está listo en tres minutos), para poder ofrecer un primer plato fresquito y sano, o simplemente para presentarlo como entrante.
Como anécdota quiero contar que trabajando en una casa rural que servían comidas, me di cuenta que tenían el almacén con un par de cajas de espárragos de Navarra, espárragos a los que no se daba salida. Se me ocurrió preguntarle al hostelero el motivo de que esos espárragos estuviese ahí muertos de risa y me dijo que no se le ocurría como sacarlos. "¿Porqué no los ofreces en la carta? Con salsa mayonesa, vinagreta o dos salsas...es una opción rápida de preparar y daría más variedad a los primeros". Hay que decir que la carta de este establecimiento era realmente corta con una precaria presencia de primeros platos. El gerente del refugio me tomó la palabra y, durante unos años al menos, encontró la manera de rentabilizar los espárragos en conserva.
He pensado que quizás a alguno os pase esto mismo, tener una conserva y no saber como darle uso; pues bien, aquí va la idea más simple del mundo, pero muy apañada y rica: Espárragos blancos con mayonesa.
Ingredientes
1 conserva de espárragos blancos (en lata o bote)
1 bote de mayonesa
Preparación
Servimos en los platos una ración de espárragos (si son de calibre medio, cuatro son una dosis más que aceptable) y acompañamos con la salsa mayonesa. También puedes disponer los espárragos en una fuente y la mayonesa en una salsera, para que, cada comensal, decida cual es su ración ideal.
Y ya está. Sin misterio.
PD: Este truquillo es ideal para los estudiantes, cuya dieta suele estar compuesta por pasta y arroz. Con esta preparación podrán además equilibrar esas dietas ricas en hidratos de carbono, al menos, un poquito.