La clave del plato, como casi siempre, está en un buen sofrito, pero por supuesto, el uso de ingredientes de calidad es fundamental. En esta ocasión, nos hemos decidido por usar sepia congelada que es mucho más fácil de encontrar en nuestra ciudad.
Antes de contaros la receta, quiero que veáis los platos nuevos tan bonitos que tengo. Se trata de una vajilla de loza Churchill de la tienda Ohgar. Si no la conocéis, ya estáis corriendo a su página web porque tienen mucho menaje súper chulo y a muy buen precio. Va a quedar monísimo en vuestras mesas, ya lo veréis. Y lo mejor de todo es que los productos son de buenísima calidad, aptas para el lavavajillas y para el microondas.
¿Habéis cotilleado ya la página web de Ohgar? Pues vamos ya con la receta de la fideuá con sepia y mejillones:
Cómo preparar fideuá de sepia y mejillones
750 g. de fideos para fideuá
una cebolla
un pimiento rojo
1 tomate maduro
2 dientes de ajo
500 ml. de caldo de pescado
500 g. de mejillones limpios
300 g. de sepia descongelada
aceite de oliva
sal
Preparamos el sofrito: picamos bien fina la cebolla, el pimiento rojo -al que habremos quitado las semillas- y el tomate maduro. Nosotros usamos siempre picadora, pero puedes hacerlo a tu gusto.
En la paella en la que vayamos a cocinar la fideuá, echamos un par de cucharadas de aceite de oliva y los dientes de ajo. Cuando el aceite esté caliente, añadimos la cebolla picada y sofreímos hasta que empiece a ponerse blanca. Añadimos entonces el pimiento, damos unas vueltas e incorporamos el tomate y la sepia partida en trozos menudos.
Dejamos sofreír a fuego bajo hasta que las verduras estén blanditas y bien pochadas y la sepia esté tierna.
Incorporamos el caldo, removemos para que se integren bien todos los ingredientes y añadimos los fideos y los mejillones limpios.
Dejamos cocer durante 10 minutos para que se evapore todo el caldo.Se sirve inmediatamente bien calentita. Si te apetece, puedes acompañarla de una salsa alioli que le va muy bien a estos guisos de pasta o arroz.
Tip: Puedes dejar el sofrito y el caldo preparados con antelación, por la mañana temprano, por ejemplo y bajarte a la piscina, a la playa o, como nosotros, a ver la competición de patinaje del cachorrito mayor.
Al volver a casa a la hora de comer, bastará con volver a calentar el sofrito y continuar por el paso 3 para tener una fideuá recién hecha y deliciosa.
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