Ya han pasado las fiestas. Volvemos a la rutina. Al día a día y a la eterna pregunta de qué hacer de comer. ¿No os pasa a vosotros que tenéis algunos platos o guisos "comodines"? Me refiero a esos que preparamos muy a menudo porque, por la razón que sea, nos resultan fáciles o cómodos hacerlos y sabemos que en casa gustan. Pues esta fideuá de setas es uno de esos platos.
Las razones: está buena, es rápida y fácil de preparar, no tiene ingredientes complicados o rebuscados, de hecho tiene pocos ingredientes, es un plato ligerito y no hay que tener nada preparado de antemano... o sea, todas las papeletas para ser un "comodín" de los que os digo.
La receta original es de Julius (ya os he hablado de este cocinero de Canal Cocina y de sus libros) http://enplatodeloza.blogspot.com.es/2013/10/julius-22-minutos.html que os re-recomiendo porque de verdad que ofrecen unas ideas fabulosas y fáciles. En este en caso, hemos hecho algún pequeño cambio aunque la esencia del plato es la misma que la del libro.
¿Tenéis 20 minutos sólo y queréis hacer algo distinto? Pues manos a la obra. Vamos a necesitar:
Fideos (un puñadito por persona y otro para la cazuela).Yo he utilizado los fideos rizados de "fideuá" pero se pueden utilizar fideos "gordos".
Una cebolla fresca picada.
Un bote de setas variadas en conserva.
Dos ajos.
Mayonesa.
Perejil.
Azafran y/o colorante alimentario.
¿Veis? Apenas nada.
Para hacer este plato picamos la cebolla y la pochamos unos minutos con un poco de aceite de oliva. Cuando ya esté transparente o casi, le incorporamos las setas y las pochamos unos diez minutos que pierdan todo el agua que sueltan. Algunas de las setas que vienen en los botes de setas variadas son, para mi gusto, demasiado grandes y no me gusta encontrármelas luego en mi plato, así que las corto un poco antes de echarlas al sofrito.
En el paso anterior también sofreímos una hebras de azafrán que darán sabor y color al plato. Cuando tengamos las setas ya sofritas incorporamos los fideos, damos algunas vueltas junto al sofrito y le incorporamos el agua. Aquí le podemos echar una cucharadita de colorante alimentario si queremos más anaranjado el plato. Cocemos el conjunto el tiempo que diga el fabricante. Es importante no echar demasiada agua para que cuando termine la cocción no quede apenas agua.
Como hemos dicho, cuando el fideo este al "dente" y apenas tengamos agua apartamos del fuego, pero no hemos terminado. Ponemos el guiso en una fuente de horno y lo gratinamos unos minutos para que los fideos queden un pelín más crujientes.
Por otra parte, hay que preparar un aliolí muy básico que serviremos junto a los fideos para que cada comensal lo incorpore a su plato al gusto. Este alioli, que yo suelo hacer mientras cuecen los fideos, lo hacemos majando unos ajos (uno sólo si no lo queremos muy picante) junto con unas ramitas de perejil. A esta mezcla le incorporamos tres cucharadas de mayonesa y removemos.
Como he dicho, serviremos lo fideos y la mayonesa aparte para que cada uno se eche la cantidad de alioli que prefiera.
Ya está. Rápido, sencillo y sabroso. ¿Quién da más?