¿Quién ha ido a Inglaterra alguna vez y no ha probado los famosos Fish "n" Chips? Ese crujiente pescado blanco rebozado (generalmente bacalao, merluza o abadejo - con panga queda también genial) acompañado de patatas fritas y envuelto en papel de estraza. La típica comida inglesa para llevar, lo que es un take away, vamos ;)
La primera vez que comí Fish and Chips fue la primera vez que viajé a Inglaterra. Yo tenía 14 años y también era la primera vez que subía a un avión. La verdad es que fue toda una experiencia... qué extraño me pareció todo en Inglaterra... las calles, las casas, los ingleses :)) yo, un humilde adolescente de un pequeñísimo pueblo de Almería jeje. Recuerdo que una de las cosas que más me impactó fue la enorme variedad de productos super extraños para mi en los supermercados Tesco y Sainsbury"s. Otro aspecto que me llamó la atención fue lo mal que comen los ingleses, excepto en casa de mis tías Marga, Belén y Piedad, por supuesto, que siguen cocinando al estilo español (mis titas viven en Hastings y Bexhill desde hace muchísimos años).
Un Fish & Chips siempre está bueno, a no ser que te lo pongan todo aceitoso que eche patrás comérselo. Generalmente encuentras puestecillos de Fish & Chips en las zonas cercanas a la playa, a los "piers", a los ríos. Aunque hoy en cualquier lugar de Reino Unido seguro que te sirven Fish and Chips.
Así que aprovechando la 6ª edición del #Asaltablogs, voy a colarme en la cocina de RossGastronómica ya que su receta de Fish & Chips me llamó la atención desde que entré a husmear por primera vez. Como siempre, me he basado en su receta para ampliarla con mi experiencia en Inglaterra para conseguir esta estupendísima y deliciosa receta de merluza rebozada con patatas fritas extra crujientes.
El rebozado queda genial, suave, crujiente. Está hecho a base de cerveza bien fría, harina y miel. Como si fuera una tempura. Algunas recetas usan huevo para el rebozado, pero yo he hecho el rebozado sin huevo y queda de muerte (esponjonso, suave y crujiente). Por supuesto, tampoco lleva ningún lacteo, ni lactosa. Y el toque de miel es estupendo.
Y aunque sea frito y algo calórico, decir que es mucho mejor que todos los palitos de pescado rebozados que te venden ya preparados, mucho más sano y sin nada de grasas trans. Y las patatas fritas extra crujientes tienen un truquito. Los ingleses hacen una doble fritura. Incluso algunos primeros cuecen las patatas en agua un poco, después las pochan en aceite a fuego medio-alto, para después darle una fritura muy fuerte en aceite muy caliente. Así la patata queda muy crujiente.
Espero que disfrutéis de esta receta, no he podido grabar videoreceta pero aquí os dejo la receta paso a paso, y como siempre, ya sabéis que tenéis esta y todas las recetas en la APP para vuestros móviles y tablets que podéis descargar aquí.
Ingredientes
Para 4 personas:
- 4 filetes grandes de pescado blanco (merluza, bacalao, panga?.)
- 250 ml. de cerveza rubia fría
- 180 gr. de harina de trigo
- 1 cda. de miel
- Aceite de oliva virgen extra
- Pimienta negra molida y sal
Guarnición
- Patatas
- Sal
Preparación
Fish & Chips
Cortamos en tiras el pescado, sin ninguna espina. Añadimos sal y pimienta. Preparamos el rebozado mezclando bien en un cuenco un botellín de cerveza rubia muy fría (250ml.) con 180 gr. de harina y una cucharada colmada de miel. Calentamos abundante aceite de oliva en una sartén a fuego fuerte (180ºC).
Preparamos un platito de harina y vamos pasando cada tira de pescado por harina, y luego la mojamos en el rebozado. Escurrimos bien el exceso de rebozado y freímos unos dos o tres minutos el pescado, de tres en tres. Por último lo dejamos escurrir el exceso de grasa en papel absorbente.
Patatas fritas extra crujientes
Cortamos las patatas en bastones medio gruesos y largos. En un cazo con agua hirviendo las ponemos a cocer durante unos 12 - 15 minutos hasta que estén tiernas, pero que no lleguen a romperse. Las dejamos secar, y hacemos una primera fritura a fuego bajo (unos 150º) para pochar la patata hasta que esté dorada. Las sacamos y dejamos secar un rato. Después las volvemos a freír por segunda vez pero a fuego fuerte (180-200ºC) un par de minutos, para que queden muy crujientes y tiernas por dentro. Por último dejamos escurrir el exceso de aceite colocando las patatas en papel absorbente y añadimos sal al gusto.