Para empezar con este 2015 (lleno de días y de temporadas de distintos frutos y verduras, todo por probar y preparar). Comenzaré con algo rico, fácil y barato, que todo hay que decirlo. Empecemos bien sin hacer mucho dispendio.
A esta "Focaccia" (o fugassa en dialecto genovés), se le puede poner también unas aceitunas negras, cebolla, o tomates cherry. Este pan especial tiene mil posibilidades.
500 gramos de Harina15 gramos de levadura frescaun bowl de Agua templada (yo usé agua mineral)una cucharadita pequeña de sal gruesauna pizca de Azúcar2 cucharadas de Aceite de Oliva Virgen ExtraPapel de hornoAceite para el fondo
Por encima: Romero natural y Sal gruesa
Este tipo de recipiente para medir el agua
Empezar a calentar un poco el agua, tiene que estar templada para disolver la levadura fresca.
En un recipiente grande tipo ensaladera de plástico, (fermenta mejor que en cristal), echar la harina y la pizca de azúcar y poco a poco ir mezclándola con el agua (que contiene la levadura), hacerlo con fuerza con una cuchara grande, añadir ahora la sal disuelta en otro poco de agua templada.
Tiene que ir quedando elástica. Por último añadir las dos cucharadas de aceite de oliva. Seguir mezclando como unos diez minutos más.
Dejar en ese mismo recipiente tapado y dentro del horno durante una hora aproximadamente, hasta que haya doblado su volumen.
Se saca y se pone sobre una bandeja de horno aceitada para que nos se nos pegue. En este momento, que ya se le tiene que dar forma rectangular, con los dedos le hacemos las "marcas" típicas de este pan italiano, se hacen con un pequeño recipiente de agua y unas gotas de aceite, nos mojamos los dedos y hacemos las marcas.
Cubrimos otra media hora para que siga levando.
Antes de meterla en el horno, le espolvoremos sal gruesa y romero natural. El aceite ya lo tiene por encima, pues lo hemos añadido cuando hemos hecho las marcas con los dedos.
Con el horno muy caliente a 220 grados. La metemos unos 10 minutos y bajamos a 200 grados y la dejamos otros 20 o 25 minutos, esto depende del horno de cada uno.
Tiene que quedar ligeramente dorada.
Ya está terminada, ánimo y a disfrutarla. Lo que sobra se cubre con papel de cocina y se guarda en el mismo cajón del pan cuando ya esté completamente fría.