Si hay un olor que me gusta de verdad, es el que desprende el horno cuando estoy haciendo galletas. Soy una apasionada de las galletas, diría que me gustan de cualquier tipo, integrales, de avena, con y sin chocolate, rellenas, sin rellenar, las galletas María de toda la vida, las galletas con el café, en una tarta o absolutamente solas. Si hay con algo con lo que de verdad me tengo que contener, es con las galletas porque soy capaz de empezar y comerme un paquete entero. En la despensa tengo siempre distintos tipos de galletas y bastante a menudo lleno la caja metálica que tengo en el centro de la mesa de la cocina con galletas hechas por mí.
Hacía tiempo que no hacía galletas de avena y lo cierto es que la avena siempre me ha gustado muchísimo tanto para utilizarla en unas galletas o en un bizcocho, como para comerme los copos de avena con un poco de leche, fruta y azúcar. Así que aprovechando que aún tenía productos Kölln, se me ocurrió hacer estas galletas, que por suerte o por desgracia duraron en la caja metálica menos que otras galletas y es que eran francamente maravillosas y con un sabor y textura únicos. Los trocitos de chocolate a penas se sienten pero sí les da a las galletas el toque justo como para saber que llevan algo de chocolate, sin convertir a la galleta en una clásica galleta de chocolate.
INGREDIENTES:
250 gr. de harina de trigo integral
250 gr. de copos de avena y chocolate
250 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
1/4 de cucharadita de sal
150 gr. de azúcar moreno
1 cucharadita de extracto de vainilla
1 huevo semi batido
1 cucharadita de levadura química tipo Royal
ELABORACIÓN:
Batimos juntos, la mantequilla con el azúcar hasta conseguir que se integren bien, pero sin batir en exceso (aproximadamente 2 ó 3 minutos)
Añadimos el extracto de vainilla y continuamos batiendo.
Ahora vamos a añadir el huevo y no dejaremos de batir, hasta conseguir que el huevo se integre en la mezcla de la mantequilla.
Mezclamos los dos tipos de harina, la levadura y la sal en un bol y removemos con una cuchara hasta que se mezclen bien todos los ingredientes.
Ahora bajamos la velocidad y comenzamos a añadir la mezcla de las harinas a cucharadas, de una en una pero sin parar.
Si observamos que la masa está demasiado seca añadiremos una o dos cucharadas de leche hasta observar que la masa se despega de las paredes del vaso.
Formamos dos bolas con la masa resultante y las envolvemos en film transparente. Las introduciremos en la nevera durante 1 hora aproximadamente.
Transcurrida la hora, sacamos las dos bolas de masa de la nevera y las estiramos entre dos papeles de hornear, con ayuda de un rodillo
Introducimos las planchas de masa en la nevera durante 20 minutos aproximadamente.
Sacamos las dos planchas de la nevera y con ayuda de un cortapastas daremos la forma deseada a las galletas y las iremos colocando directamente en la bandeja donde vayamos a hornearlas.
Precalentamos el horno a 170ºC
Mientras se calienta el horno dejaremos las galletas en la nevera para que no pierdan la forma al hornearlas.
Introducimos las galletas en el horno durante 13 ó 15 minutos aproximadamente o cuando observes que los bordes comienzan a dorarse.
Sacamos las galletas del horno y las dejaremos 5 minutos sobre la bandeja que hemos utilizado para hornearlas. Transcurrido ese tiempo y con ayuda de una espátula para no romperlas, las colocaremos sobre una rejilla hasta que se enfríen completamente.
ALGUNAS ACLARACIONES:
Si no encuentras copos de avena mezclados ya con el chocolate, puedes hacer tú mismo la mezcla, utilizando 200 gr. de copos de avena y 50 gr. de chocolate muy picado.
La masa de las galletas la puedes congelar sin hornear, una vez formada y envuelta en film transparente.
Las galletas se conservan perfectamente durante dos o tres meses guardándolas en una caja metálica. Aunque nunca he podido comprobar su estado después de este tiempo, tampoco después de una semana.