La gelatina está principalmente compuesta por colágeno. Por ello ayuda a mejorar la salud de aquellas partes de nuestro cuerpo en las que el colágeno interviene de forma decisiva, como son nuestra piel, cabello, uñas, así como las articulaciones y los tendones. Si unimos a los beneficios de la gelatina los de una fruta como es la mandarina, obtendremos un postre de lo más saludable, tanto para nosotros como para los más pequeños de la casa. Aquí tenéis la receta de una refrescante gelatina de mandarina, cargada de vitamina C y muy fácil de hacer.
Ingredientes:
- 1 litro de zumo de mandarina.
- 20 g de gelatina neutra en láminas (aproximadamente, 12 hojas de gelatina).
- Azúcar a gusto.
Como veis, partimos del zumo de mandarina ya exprimido. Para un litro, hemos necesitado exprimir aproximadamente dos kilos de mandarinas, así que os recomiendo que lo hagáis con un exprimidor eléctrico y una buena dosis paciencia :-) Si no os gusta la pulpa, podéis colar el zumo. Nosotros hemos dejado la pulpa.
Elaboración:
Una vez tenemos el zumo de mandarina, añadimos azúcar y mezclamos hasta conseguir el dulzor deseado. Los siguientes pasos los enumeramos a continuación y un poquito más abajo podéis ver el paso a paso en imágenes.
1) Del zumo de mandarina, apartamos unos 200 ml en un recipiente e introducimos en él los 20 gramos de gelatina neutra en láminas.
2) Llevamos la gelatina neutra en láminas hasta el fondo del recipiente, de forma que quede bien cubierta por el zumo. Dejamos la gelatina en remojo unos 5 minutos, o el tiempo que indique el fabricante, hasta que se hinche y ablande.
3) Comprobamos el estado de la gelatina. Si se ha hinchado y ablandado, continuamos. En caso contrario, la dejamos en remojo un poco más.
4) Cuando la gelatina esté blanda, ayudándonos de un colador la escurrimos. El zumo escurrido no lo tiramos sino que lo ponemos en un cazo.
5) Añadimos al cazo otros 100 mililitros adicionales de zumo de mandarina y calentamos a fuego medio sin que llegue a hervir. Puesto que durante la cocción el zumo pierde vitaminas, hemos calentado la menor cantidad de zumo posible. Al fin y al cabo lo único que perseguimos con este paso es poder disolver posteriormente las hojas de gelatina que tenemos ya ablandadas.
6) Cuando esté caliente, retiramos el cazo del fuego e inmediatamente incorporamos las hojas de gelatina que habíamos hidratado previamente.
7) Removemos hasta que la gelatina se disuelva por completo.
8) Poco a poco, vamos añadiendo el resto de zumo (nos quedaban unos 700 ml) a la mezcla que contiene la gelatina (y no al revés), sin parar de remover.
9) Mezclamos bien.
10) Introducimos la mezcla en un recipiente y enfriamos durante 3 - 4 horas en el frigorífico.
Cuando el postre solidifique, desmoldamos y disfrutamos de nuestra rica gelatina de mandarina.
¿Os habéis quedado con ganas de vitaminas? Pues no os perdáis la receta de nuestro delicioso zumo de zanahoria con un toque de canela. ¡Os va a encantar!
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