Desde que lo ví en el blog de Giallo Zafferano me dije que lo tenía que hacer, y así fué.
Parece complicado pero no lo es para nada, así que, os invito a que probéis a hacerlo y ya veréis lo que os digo.
Aquí os dejo mi primera receta del año.
Ingredientes:
Dos placas de hojaldre
350 gramos de espinacas congeladas (200 ya cocidas)
350 gramos de queso ricotta o requesón
2 huevos para el relleno + 1 para barnizar
60 gramos de queso parmesano o grana padano
Sal
Pimienta negra
Pipas de girasol
Preparación:
Hervimos las espinacas con sal, luego las escurrimos bien y cortamos con unas tijeras para que estén los trozos mas pequeños y reservamos.
En un bol, ponemos el queso ricotta, el parmesano, pimienta, los huevos batidos, sal y las espinacas. Mezclamos bien todos los ingredientes, comprobamos que esté en su punto de sal.
Vamos precalentando el horno a 180º.
Abrimos una placa de hojaldre y sobre colocamos en el centro un poco de relleno, y con el resto, formamos un círculo dejando unos 2 cm en los bordes, para luego poder cerrarlo bien.
Colocamos encima la otra placa de hojaldre, presionamos un poco para que salga el aire y unimos los bordes. Con los dientes de un tenedor presionamos los bordes para sellarlos.Colocamos una taza en el centro y desde alli, vamos cortando los pétalos.
Giramos cada pétalo con el relleno, todos hacia la misma dirección, y doblamos el borde exterior.
Batimos el huevo y pincelamos el centro de la flor y los bordes exteriores. Decoramos el centro con pipas de girasol.
Horneamos durante unos 25 minutos o hasta que lo veas doradito.