Cuando un plato se elabora con ingredientes de primera calidad y controlamos lo que le ponemos, deja de ser fast food para convertirse en comfort food.
Para que la hamburguesa no sea tan calórica está preparada con carne de pollo y el aguacate, el tomate seco en aceite y la rúcola le aportan el puntito gourmet que la diferencia de las burguer normales.
Para 4 personas:
4 hamburguesas de pollo (o 1/2 Kg de carne de pollo picada para prepararlas nosotros)
4 lonchas de queso Cheddar
4 panecillos
1 aguacate
unas hojas de rúcola
4 tomates secos en aceite (los venden en Mercadona, entre otros lugares)
4 huevos de codorniz
una pizca de aceite de oliva virgenSe cocinan las hamburguesas en una plancha o sartén con una pizca de aceite hasta que estén bien hechas (el pollo debe cocinarse más que la vaca o ternera), doradas por fuera pero hechas en su interior.
Se coloca encima de cada una una loncha de queso Cheddar (u otro cualquiera de vuestro gusto) para que se vaya fundiendo.
En una sartén pequeña se pone un poco de aceite y se fríen los huevos de codorniz (casi están más hechos a la plancha).
Se monta la hamburguesa con la carne y el queso, unas rodajas o dados de aguacate, la rúcola, el tomate seco escurrido de su aceite y el huevo encima de todo ello.
Fuente: este post proviene de Las recetas de Martuka, donde puedes consultar el contenido original.
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