Si fuerais una lata, ¿como os gustaría que fuera vuestra vida?
Yo, como lata, quizá sabría que mi función en esta vida es la de contener algo dentro. Pero eso es tan objetivo y tan frío como decir que, como humanos, nuestra misión en la vida es la de ayudar (directa o indirectamente) a que la especie humana no se extinga. Y a poco que nos pongamos a pensar nos daremos cuenta de que gran parte de nuestro tiempo lo dedicamos a cosas que poco tienen que ver con este supuesto objetivo.
Puede que me digáis “es que una lata es sólo una lata” (ya sabéis, aquello de un toro es un toro jejeje).
Una lata es una lata y todo lo que alberga. Y lo que alberga no tiene por qué ser “cocido madrileño”, “atún en escabeche” o “almejas machas”. Eso es lo que vemos, lo que olemos, lo que podemos saborear. Pero con esos aromas recordamos momentos, el contenido de la lata igual sale a una mesa con mucha gente alrededor y pasa a formar parte de nuestra comida, de nuestras risas, de un grandísimo momento.
Si yo fuera una lata y un humano me dijera lo que acabo de escribir ya no me sentiría sólo un pedazo de metal con cosas dentro. Sabría que mi función es importante, que tengo que conservar mi valioso contenido de la mejor manera porque así contribuiría a un buen momento y, como me sentiría una lata importante, sabría que mi vida podría durar mucho tiempo más allá.
Ahora no quiero desvelar el destino de nuestra lata protagonista, pero sí os diré que tenéis que estar atentos porque hoy esta entrada es doble :)
Primero abriremos juntos esta lata para prepararnos una deliciosa ensalada con arroz, brotes y vinagreta de cerezas, y luego, María José (Tete ;) ) de La Trastienda de Liderlamp nos enseñará qué podemos hacer con nuestra nueva amiga. Os aseguro que nunca más volveremos a mirarlas con los mismos ojos y vamos a llenar nuestra vida de cucadas hechas con nuestras manos.
Ensalada de lentejas, arroz, brotes y vinagreta de cerezas
Para la ensalada
Nuestra lata de lentejas ya cocidas
Arroz basmati, unos 30 grs. por persona
Tomates cherry, unos 8 por persona
Canónigos al gusto
Un puñadito de brotes de lenteja
Para la vinagreta de cerezas
270 grs. de cerezas sin hueso
1 cda. de vinagre de módena
1 cda. de tomate natural triturado
1 cda. de aceite de oliva
Una pizca de sal
Una pizca de pimienta
Preparación
1. Lavamos las cerezas y las deshuesamos.
2. Juntamos todos los ingredientes en el vaso de la batidora y lo trituramos bien fino.
3. Lavamos los tomates y los partimos por la mitad. Los aliñamos con aceite y sal y los dejamos media hora, soltarán una salsita buenísima que podremos aprovechar para dar más sabor a la ensalada.
4. Lavamos bien los canónigos y los brotes. Los dejamos escurrir.
5. Hervimos el arroz basmati con agua y un poco de sal y lo escurrimos.
Emplatado
1. En el plato donde lo serviremos haremos unas decoraciones con la vinagreta de cereza. Yo he usado unas cucharas que he descubierto recientemente y de las que os hablaré en breve.
2. Colocamos un aro de emplatar y 3 cucharadas de arroz, que nos darán una base estable, y lo presionamos.
3. Ponemos los tomates cherry con un poco de su jugo y unas cucharadas de lentejas. Volvemos a presionar el contenido
4. Echamos unas cucharadas de la vinagreta, luego unos canónigos y terminamos con unos cuantos brotes. Ya podremos sacar el aro y servir
Llega el turno de Tete, que va a convertir esta lata en un objeto del nunca más vamos a querer separarnos.
Vamos a ver su entrada y a aprender cómo convertir esta lata en… bueno, mejor no desvelo el secreto ;) Que la artista nos enseñe qué vamos a hacer con ella.
¡Tete, que viene la lata!
Vaya lata
¡¡¡Mil besos!!!