A primera vista se presta a confusión porque en algunas pastelerías venden unos dulces de hojaldre que se asemejan mucho a este plato que hoy os proponemos. Pero no os llevéis a engaño. No son unos postres. Se trata de unas caracolas de hojaldre rellenas de espinacas, piñones y mozzarela que son un buen primer plato, sencillo, nutritivo y fácil de hacer. Para enrollar la plancha de hojaldre una vez hemos puesto el relleno por encima solo hay que seguir las explicaciones que detallamos en cuatro fotografías numeradas. El horno hará el resto.
RECETA
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INGREDIENTES
Una plancha de hojaldre rectangular
700 g de espinacas frescas (podéis hacerlo con espinacas congeladas)
50 g de piñones
Una bolsa de mozzarela rallada
1 huevo
Aceite de oliva virgen extra
1 diente de ajo
Sal
PREPARACIÓN
En una sartén tostar los piñones, no es necesario añadir aceite. Reservar.
Lavar bien las espinacas y escurrirlas con el centrifugador de la lechuga.
En una sarten amplia echar un chorrito de aceite, cuando esté caliente añadir el ajo picadito. Cuando empiece a dorarse ir echando las espinacas e ir removiéndolas para que se vayan reduciendo. Añadir la sal. Estarán hechas en pocos minutos. Reservar y dejar enfriar.
Extender la plancha de hojaldre, repartir por encima el queso rallado, las espinacas y los piñones (fotos 1, 2 y 3).
Enrollar por el lado más largo. Envolverlo en film transparente bien apretado y dejar en la nevera un rato, si el hojaldre está bien frío será más fácil cortarlo (foto 4).
Cortar el hojaldre en rodajas de 2 cm aproximadamente y colocarlas en una bandeja de horno sobre papel sulfurizado.
Untar con huevo batido con ayuda de un pincel y meter en el horno precalentado a 200º con calor arriba y abajo.