Hoy os traigo algo que ha resultado estar muy rico y surgió de un invento una tarde noche que estaba aburrida, si lo que leéis estaba aburrida viendo la tele y me dije, que preparo para cenar con las acelgas que me ha traído del huerto mi marido, tenia roquefort y una lamina de hojaldre en la nevera y se me ocurrió esto, la verdad que el resultado nos gusto mucho.
Os invito a que lo probéis y me decís que os parece a vosotros, acepto criticas también jeje.
Ingredientes:
Un manojo de acelgas
Media cuña de queso roquefort
Una lamina de hojaldre
Un huevo
Semillas de amapola
Sal
Aceite de oliva
Preparación:
Lavamos hoja por hoja las acelgas para que no queden nada de tierra, las pencas no las utilizaremos solo las hojas aquí tenéis una receta para aprovecharlas, pencas de acelgas rebozadas os aseguro que si aun no las habéis probado os sorprenderán, están muy ricas.
Seguimos con la receta ponemos una olla con agua y sal y cuando eche a hervir echamos las acelgas cortadas a trozos y dejamos que se cuezan, cuando estén escurrimos y cortamos en trozos mas pequeños todavía.
Preparamos una sartén con un poco de aceite y añadimos las acelgas y a continuación el queso roquefort partido a trozos pequeños y los vamos removiendo hasta que se deshaga el queso, dejamos que se enfrié un poco.
Ponemos el horno a 180 grados que se vaya calentando.
Mientras estiramos la lamina de hojaldre y ponemos las acelgas en el centro, enrollamos y hacemos un rulo.
Batimos un huevo y pintamos la superficie del hojaldre y espolvoreamos con unas semillas de amapola.
Lo ponemos en una bandeja con papel vegetal y lo metemos al horno, hasta que este dorado, sacamos dejamos un poco enfriar y lo partimos en trozos y emplatamos, yo lo acompañe con un poco de puré de patatas.
Espero que os guste.
Que aproveche!!
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