¡Hola a tod@s!
¿Cuántas veces habéis retrasado esta mañana el despertador? ¿Habéis ido gruñendo de camino al trabajo, pensando sin parar que el fin de semana ha sido muy corto? ¡Enhorabuena! ¡Eso significa que el finde fue genial! Y para los que no fuese muy bien, ¡no pasa nada! Tenéis una semana enterita por delante libre de problemas para escribirla a vuestro gusto =) Además, aquí estamos nosotras para garantizar que en lo que respecta a la comida va a salir todo a pedir de boca. ¡Viva la positividad!
Tras la empachada huevera de la semana pasada, comenzamos con un pollo al vino blanco buenísimo. Y ahora la pregunta que muchos nos hacemos cuando tenemos que utilizar una gran cantidad de vino en los guisos, ¿cuál me compro? Pues os respondo con un refrán asturiano: tan malo ye no llegar, como en llegando pasase. Lo que viene a decir, que no compréis el tetra brick de marca blanca de 0,58 el litro, pero tampoco vayáis a echar media botella de Marqués de Riscal, que para eso mejor usáis una pastilla de avecrem y os bebéis la botella =). Y tras la reflexión alcohólica de la semana, ¡empezamos!
Ingredientes para 2 personas…
4 jamoncitos de pollo, mejor si son de corral. 1 cebolla. 4-5 zanahorias. 150g. de champiñones frescos. 300ml. de caldo de pollo (nosotras usamos Aneto). 250ml. de vino blanco. Perejil al gusto, no seáis escasos. Aceite de oliva. Sal. Con las manos en la masa…
En una cazuela pochamos la cebolla picada en 4-5 cucharadas soperas de aceite de oliva. Cuando esté casi transparente incorporamos la zanahoria troceada y los champiñones (podéis dejarlos enteros o partirlos en trocitos) y dejamos que el conjunto se haga durante 5 minutos en el fuego.
En ese momento, introducimos los jamoncitos de corral en la cazuela y dejamos que se doren. Necesitaréis entre 4-5 minutos. Salamos. Pasado este tiempo incorporamos el vino blanco y dejamos que se evapore el alcohol. A continuación, vertemos el caldo de pollo y el perejil troceado. Cocinamos el conjunto a fuego medio aproximadamente durante media hora.
Mientras tanto, freímos las patatas, salpimentadas al gusto, en aceite de oliva. Pasados los 30 minutos, las incorporamos a la cazuela y dejamos cocinar otros 5-10 minutos para que las patatas adquieran todo el sabor. Estará listo cuando el caldo se haya reducido convirtiéndose en un salsa ¡de toma pan y moja!
No echéis demasiada sal ¡el caldo de pollo ya es bastante sabroso!