Su buen sabor depende tanto de escoger la época apropiada para consumirlas como de las buenas condiciones de las piezas. Para adquirirlas frescas, hemos de fijarnos en que tengan la piel tersa y brillante, y que los ojos no están amarillentos. Las agallas serán de un tono rojo intenso y el ejemplar desprenderá un olor suave. No se conservan en condiciones óptimas durante mucho tiempo, por lo que se recomienda mantenerlas en la parte más fría de la nevera y consumirlas como máximo en dos días.
Nutrición y sabor
La sardinas aportan 135 kcal por cada 100 gr de producto y proporcionan al organismo fósforo, calcio, magnesio, proteínas y vitamina A. Además, al igual que otros pescados azules, contienen ácidos grasos insaturados omega 3, que reducen los niveles de colesterol, limitando el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.Una de las principales ventajas culinarias de las sardinas es que se pueden preparar de múltiples formas: fritas, asadas o a la parrilla. Asimismo, las encontramos en conserva en aceite de oliva, con limón, tomate, en escabeche e, incluso, picantes.La principal desventaja gastronómica es que este pescado al cocinarlo desprende un olor muy fuerte, pero existen trucos caseros para evitarlo.
Platos típicos
Se trata de uno de los pescados más populares, sobre todo, en las costas españolas. En playas y chiringuitos existe una gran demanda. En el Cantábrico lo más tradicional son las sardinas asadas. En Galicia son típicas las 'xoubas', ejemplares pequeños que se preparan guisados o en empanada.En el Mediterráneo destacan los espetos, cocinados de manera especial: se enciende el fuego, se espera hasta que se hagan las ascuas y se colocan al lado las varas en las que habremos introducido las piezas enteras y saladas. El pescado se va haciendo con el humo, adquiriendo un sabor inigualable. También de Andalucía es la moraga, plato preparado con sardinas cocidas en un aliño especial.
Recetas
Sardinas en escabeche (Receta de nuestra lectora Ukiko)Ingredientes: sardinas, sal, harina, aceite de oliva, pimentón dulce o picante (según gusto), dientes de ajo, laurel, zanahoria, agua, vinagre de Módena
Elaboración:
Después de limpiar las sardinas con sal, enarinarlas y freírlas en aceite de oliva, se apartan de la sartén y en el mismo aceite freímos los dientes de ajo, el laurel y una zanahoria cortada muy pequeña.
Apartamos un poco la sartén para que se enfríe el aceite y añadimos un poco de pimentón, un vaso de agua y un poco menos de medio de vinagre de Módena. Rectificamos de sal y ponemos de nuevo las sardinas en la sartén. Dejamos que hiervan unos minutos y listo.
Sardinas asadas al papillote (Receta de nuestra lectora Naninoni)
Ingredientes: sardinas, aceite de oliva, ajo, limón y sal.
Elaboración:
Colocamos las sardinas sobre una lámina de papel de aluminio, cubrimos con un buen chorro de aceite de oliva, ajo bien picadito, un chorreón de limón y sal. Cerramos con otra lámina de papel, y las dejamos macerar en la nevera, cuanto más tiempo, mejor. Finalmente las horneamos a 180 ºC, unos 25 minutos. Cocinándolas de esta forma no desprenden malos olores.
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