En general todas las setas tienen un alto contenido en agua y sin apenas grasas, por lo que su valor calórico es muy reducido, lo que las hace aconsejables especialmente en periodos de regulación del peso corporal.
Su contenido proteico oscila entre el 2 y el 5%, quizás no demasiado elevado, son valores próximos a los que presentan las verduras, sin embargo estas proteínas son de alta calidad, pues contienen gran parte de los aminoácidos esenciales, que son aquellos que el cuerpo humano no puede generar por si solo y debemos introducir con la dieta.
La composición en aminoácidos de las proteínas de las setas, es comparable a la proteína animal
Destacan en general por su aporte de hierro, potasio, magnesio, fósforo, calcio y vitaminas del grupo B, así como vitamina A, C y D.
Como veis, se trata de un alimento recomendable, tanto por sus estupendas cualidades nutricionales, como por considerarlas unas autenticas delicias de la gastronomía, debido a su delicado sabor y gran variedad de cocinado.
Existen muchísima clases de setas comestibles, sin embargo las que más acostumbramos a cocinar son níscalos, boletus, champiñones, que en otoño los podemos encontrar silvestres, los portobello, que son una variedad del champiñón, colmenillas, y si tu presupuesto te lo permite la trufa negra, está seta es subterránea y se necesitan perros adiestrados para su recolección, es muy apreciada en la cocina por su intenso sabor.
Pues conocidas un poco mejor las setas, pasamos a una estupenda receta.
Portobellos gratinados
Los portobellos son setas preferentemente de cultivo, muy semejantes al champiñón por ser de la misma familia, sin embargo, presentan una textura más firme, un sabor más dulce y fresco, recordando un poco a los bosques en otoño.
Esta receta que os propongo se puede elaborar también con champiñones, y si encima los podéis conseguir silvestres pues mucho mejor, en mi caso, la hice con Portobello de Mercadona y salen realmente bastante buenos.
Es deseable combinar las setas con alimentos que no le roben mucho protagonismo, por ello el uso de la calabaza resulta muy aconsejable para esta receta, puesto que su sabor es muy suave y fino.
Ingredientes
1 bandeja de Portobello, lo recomendable es poner unos 4 por persona de tamaño mediano.
1 cebolla dulce picada.
calabaza cortada en cuadraditos unos 200 g.
queso, puedes usar el que más te guste: parmesano, queso crema, mozzarella, gorgonzola…
pan rallado
un puñado de pistachos picaditos.
sal y pimienta
AOVE, aceite de oliva virgen extra.
Para prepararla, en primer lugar debemos limpiar nuestros portobellos, sin usar agua, solo con un pincel o un paño seco, para quitarle la tierra, si es que tienen. Retirar el tallo.
Seguidamente picaremos la cebolla y la calabaza, además de los tallos de nuestros portobellos.
En una sartén, a fuego medio y con un poco de aceite doramos todo lo anterior, durante unos minutos, sin olvidar salpimentar.
Para finalizar, añadimos el toque crujiente que lo aportarán los pistachos picados.
Ahora solo nos queda rellenar los portobellos con todo lo anterior y poner encima un trocito de tu queso favorito y un poquito de pan rallado, llevamos al horno que tendremos caliente y dejamos unos 15-20 minutos o hasta que se vean bien dorados.