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Rica no, riquiiiiisima. La verdad es que cuando se me ocurrió hacer esta receta, no estaba segura de que el resultado fuera el que esperaba. Acostumbrada a las recetas con pasta, se me hacia raro preparar una lasaña que no la llevara. Quizás alguno de vosotros ya había preparado algo parecido, pero para mi ha sido todo un descubrimiento.
Ingredientes:
- 1 berenjena
- 1 calabacin grande
- 100 grs de jamón cocido (jamón de york)
- 200 grs de queso en lonchas semicurado
- un chorrito de tomate frito.
- aceite de oliva
- queso rallado
Bechamel:
- 1 cucharada de harina
- mantequilla
- 300 ml de caldo
Cortar la berenjena en rodajas y poner con sal gorda espolvoreada para que suelte su amargor. Pasados 15 minutos limpiar con un trapo seco y limpio. Cortar el calabacin también en rodajas. Pasar el calabacin y la berenjena por la plancha con un poquito de aceite hasta que estén hechos y tiernos. Reservar.
Mientras se enfrían preparar una bechamel suave poniendo la mantequilla en un cazo, agregar la harina y remover. Agregar poco a poco el caldo sin parar de mover hasta que quede una bechamel ligera. Poner sal y pimienta.
En una fuente para horno, poner un poquito de aceite y el tomate frito. No hace falta que cubra todo, solo un poco.
Disponer encima las rodajas de berenjena, jamón, calabacin y queso, según podéis ver en la foto. Poner una pequeña capa de bechamel. De nuevo hacer otra capa comenzando con la berenjena y terminando con el queso. Y encima de este poner de nuevo berenjena o calabacin, de lo que os haya sobrado. Sobre todo ello de nuevo otra capa de bechamel.
Queso rallado encima y al horno hasta que se dore.
Fuente: este post proviene de Recetillas de Mer, donde puedes consultar el contenido original.
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