Como he comentado en muchas ocasiones, mi hijo es celíaco, y como todos los celíacos saben, es bastante complicado hacer que según qué platos sepan igual que los que tienen gluten. Mi hijo nunca había probado la lasaña. Me daba un poco de reparo hacer una lasaña sin gluten porque tenía la impresión que todo parecido con la que lleva gluten sería pura coincidencia.
La semana pasada mi marido me propuso hacer una lasaña, pero sin gluten, para que pudiese comer también mi hijo. Después de darle muchas vueltas, decidí poner el relleno que usé en la lasaña de pan bimbo. Sale buenísimo, y qué mejor que poner ese relleno para una lasaña sin gluten. Eso sí: No le puse los champiñones, porque ya era arriesgar demasiado con mis hijos... jajaja.
En cuanto a la pasta... bueno, mi marido compró un paquete de placas de lasaña que encontró en el Mercadona (en la receta os pongo la foto).
Las placas de lasaña se tenían que cocer durante unos 5 ó 6 minutos. Seguí las instrucciones al pie de la letra, pero cuando las saqué, se habían pegado todas. Peeeroooo... las placas de lasaña estaban tan duras que las pude despegar. Me costó un montón, pero las despegué (vamos, que estaba alucinando, porque tiraba y tiraba y no se rompían). Tuve que tirar bastante, pero al estar tan duras, no se rompieron.
En ese momento me desmoralicé. Pensé que si en ese momento estaban así de duras, ¿Cómo iban a quedar una vez hecha la lasaña?. Pensé en dejarlas hervir más tiempo, pero en el paquete ponía 5 ó 6 minutos, y los había dejado el tiempo indicado. Por lo tanto, tenía que estar bien. En fin... que ya que había comenzado, tenía que llegar hasta el final, con todas las consecuencias. Por suerte, el relleno era un poco caldoso. Os tengo que decir que la lasaña la hice por la noche y, una vez hecha, la metí en la nevera hasta el día siguiente.
Al día siguiente, la metí en el horno, y cuando estuvo lista... ¡La pasta estaba blanda!. Y lo que es mejor: ¡Tenía el mismo sabor que la lasaña con gluten!. Mis hijos se la comieron toda. No dejaron nada. Incluso la niña, que es muy especial para la comida y nunca le gusta nada me dijo que quería que la volviese a hacer otro día.
Por cierto: Si no sois celíacos también la podéis hacer con pasta normal. Os la recomiendo.
Para que os hagáis una idea, me salieron dos bandejas de 20 x 20 cm. Y estaba buenísima. Por lo tanto, os paso la receta. ¡Probadla y ya me diréis!
Ingredientes:
Para la lasaña:
40 gr. de aceite de oliva virgen Extra
50 gr. de pimiento rojo
150 gr. de zanahoria pelada
1 diente de ajo
150 gr. de cebolla
500 gr. de carne picada, mitad ternera, mitad cerdo
500 gr. de tomate natural triturado
1 hoja de laurel
1 cucharadita de postre de orégano
1 cucharadita de café de sal
Pimienta al gusto
1 paquete de placas de lasaña sin gluten (si no sois celíacos, podéis hacerla con pasta normal)
Mantequilla para untar la fuente donde se pondrá la lasaña.
10 lonchas de queso (yo usé Entrepinares tierno)
Para la salsa bechamel:
35 gr. de maizena
500 ml. de leche (medio litro)
25 gr. de mantequilla sin sal
1/2 cucharadita de café de sal
Pimienta negra al gusto
Nuez moscada al gusto
Queso rallado para gratinar (al gusto)
Preparación:
Ponemos en el vaso de la Thermomix el aceite.
Añadimos las zanahorias peladas y partidas en trozos.
Ponemos la cebolla partida en cuartos.
A continuación, añadimos el pimiento rojo.
Por último, añadimos el diente de ajo. Yo le quito siempre la parte central, para que no repita.
Trituramos durante 15 segundos a velocidad 5. Con una espátula bajamos los restos que se hayan quedado en las paredes.
Sofreímos durante 10 minutos, temperatura varoma, velocidad 1.
Añadimos la carne picada.
Ponemos el tomate natural triturado.
Ponemos también la cucharadita de café de sal.
Añadimos la pimienta (la cantidad, al gusto).
Ponemos la cucharadita de postre de orégano.
Por último, añadimos la hoja de laurel.
Programamos 20 minutos, varoma, giro a la izquierda, velocidad cuchara.
A continuación vamos con las placas de lasaña. Como os he comentado al principio, mi marido cogió estas del Mercadona.
Si no podéis encontrarlas, usad cualquier otra marca de placas de lasaña sin gluten y seguid las instrucciones. Como os he comentado al principio, estas placas se tenían que hervir en una olla con abundante agua y sal durante 5 ó 6 minutos. Os he contado la historia al principio, y lo alucinada que me quedé cuando saqué las placas y estaban todas pegadas y durísimas. O sea, que no me repito. La cuestión es que las pude despegar (mi nivel de "alucinamiento" aumentaba a medida que iba despegándolas sin que se rompieran jajaja).
Ponemos las placas de lasaña sobre un paño de cocina limpio (Aquí, en realidad, las placas estaban bien tiesas... jajaja)
A continuación vamos a montar la lasaña. Untamos una fuente apta para horno con un poco de mantequilla. Yo usé dos fuentes de 20 x 20 cms.
Ponemos una primera capa de placas para lasaña.
Añadimos una capa de relleno.
Cubrimos con una capa de queso.
Volvemos a poner otra capa de placas de lasaña
Ponemos una segunda capa de carne
Añadimos el queso.
Cubrimos con una última capa de placas de lasaña (no hice foto). Con un sólo paquete sólo da para hacer como máximo tres capas de 4 placas de lasaña cada una. Yo usé dos fuentes en las que, como habéis podido ver, en cada capa sólo cabían 2 placas. Por lo tanto, dos fuentes con tres capas de placas de lasaña.
A continuación, seguimos con la bechamel. En este enlace, os explico cómo hacer la bechamel sin gluten.
Una vez la tengamos hecha, cubrimos las lasañas con una capa de bechamel.
Espolvoreamos por encima con queso rallado para gratinar.
Como os he comentado al principio, yo hice la lasaña la noche anterior. Al día siguiente la horneé, y salió de fábula.
Precalentamos el horno a 220º. Una vez haya alcanzado la temperatura, introducimos la lasaña. Hornear hasta que el queso esté dorado. Servir inmediatamente.
¡Espero que os haya gustado la receta!. Si es así, no os perdáis mis actualizaciones. Podéis seguirme haciendo click en "Me gusta" de Facebook, añadiéndome en vuestros círculos en Google +, o en Twitter.