A quién no le gustan? Los podemos rellenar con lo que queramos, crema, trufa, dulce de leche, crema de queso, nata (crema de leche) (como es el caso) y luego bañarlos en delicioso chocolate, echarles caramelo por encima o simplemente espolvorearlos con azúcar glasé. Leyendo por la red, he encontrado que hay países europeos que lo usan para la sopa... me quedo con la intríngulis de saber que tipo de sopa pueden hacer. Será de verduras o de carne? Y los profiteroles como pasta, no quedaran demasiado blandos??? Habrá que investigar más, pero mientras, nos damos el capricho de comernos unas cuantas.
Ingredientes:
100g de mantequilla
1/4 cucharadita de sal
4 huevos medianos
150g de harina
250ml de agua
1 huevo batido.
Nata (crema de leche) para montar
Azúcar glasé
Preparación:
Tamizamos la harina y la reservamos en un cuenco.
Ponemos en el fuego el agua con la sal y la mantequilla hasta que burbujee. Mezclamos bien y añadimos la harina de golpe, ya fuera del fuego.
Mezclamos con una cuchara de madera hasta que la masa se despegue de las paredes del cazo. Vamos añadiendo los huevos uno a uno, y mezclando bien antes de echar el siguiente. Debemos obtener una masa correosa, a lo mejor no necesitáis todos los huevos.
Preparamos la bandeja del horno con papel de hornear.
Rellenamos una manga pastelera y hacemos la forma de las lionesas, o si se quiere, de pequeños palos. Las pintamos con el huevo batido.
Lo metemos en el horno, ya precalentado, unos 20 minutos, o hasta que veamos que están doradas. Dejamos que se enfríen y las abrimos por la mitad.
Montamos la nata (crema de leche) con la cantidad de azúcar que nos guste y rellenamos los profiteroles. Por último, espolvoreamos con más azúcar en polvo, o si se quiere se hace un caramelo ligerito y se les echa por encima.