Pero, según parece, los churros son originarios de China y fueron traídos a Europa por los portugueses.
En Estados Unidos hay cadenas en la Costa Oeste como Xooro; también encontramos las churrerías La Churrería o Le Churro, en Nueva York.
En Sudamérica y Filipinas también se consume mucho “churro”.
“La sabiduría popular dice que “hacer churros” es mejor dejarlo a las churrerías, por aquello de “zapatero a tus zapatos”. Pero no, no es tan difícil de cocinar.
El secreto de un buen churro es que deben estar crujiente
por fuera y suave por dentro.
Voy a tratar de explicaros como hacer churros. La receta es muy fácil y no tiene ningún tipo de complicación. Lo ideal es que tengáis una churrera pero que no cunda el pánico si no tenéis una.
También para darle forma al churro podéis utilizar una manga pastelera y una boquilla rizada de agujero grueso. Si no tenéis boquilla no os preocupéis, sin boquilla: haréis churros lisos. En una ocasión los hice con una bolsa de plástico haciendo un agujero en una esquina. La verdad es que eran “feitos” pero muy buenos de sabor.
Seguro que los ingredientes los tenéis ya en casa, tan básicos como son. Además las medidas son un vaso de harina por un vaso de agua. Ya no tenéis excusa ¡intentadlo!
Ingredientes
1 taza de harina
1 taza de agua
2 cucharadas de mantequilla
1/2 cucharadita de sal
Aceite de oliva
Azúcar para embadurnarlos
Preparación
Poned a calentar el agua con la mantequilla y la sal y cuando hierva echad la harina, apartadlo del fuego y removed hasta que la pasta quede homogénea y sin grumos. A veces están un poco rebeldes pero sed persistentes que al final los grumos desaparecerán. Dejad reposar la masa durante 5 minutos.
Introducid la masa en la churrera, en la manga con la boquilla rizada, o en lo que vuestra imaginación os dicte.
Poned una sartén al fuego con abundante aceite y cuando esté caliente id poniendo con ayuda de la churrera o la manga pastelera los churros.
Freídlos a temperatura media hasta que se vean crujientes y dorados.
Sacadlos e id depositándolos sobre papel absorbente para que pierdan el exceso de aceite.
Rebozadlos de abundante azúcar cuando vayáis a comerlos.
¡Buen provecho! ¡que buenos! Lo tradicional es acompañarlos con chocolate, pero yo no le pongo ningún pero al café con leche. Acompañadlos con lo que os apetezca.
Consejos:
La masa es bastante puñetera de hacer. Si pones harina en exceso o la amasas demasiado ya lo has fastidiado.
La temperatura del aceite debe ser alta pero que el aceite no humee.
Pero no os deis por vencidos. Si no os salen bien volved a empezar. Vale la pena.