Ingredientes para 12 unidades:
Magdalenas:
2 huevos
250 gr azúcar
1 cucharada de mermelada de limón (o el zumo de medio limón y la ralladura de 1 limón)
50 ml de leche
30 ml de aceite de girasol
300 gr de harina
1/2 sobre levadura en polvo
Canela molida a gusto (aprox. 1/2 cucharadita rasa del café)
1 pizca de sal
2 manzanas medianas (300-350 gr)
Cobertura:
100 gr azúcar
2 cucharadas soperas de leche
1 cucharada sopera de cacao puro en polvo
20 gr de mantequilla
Elaboración:
Pelar y rallar las manzanas con un rallador grueso y reservarla.
Tamizar la harina y la levadura en un bol, añadirle la sal y la canela molida y mezclar.
Separar las claras y las yemas de los huevos.
Batir las claras y el azúcar con una batidora de varillas a punto de nieve, después añadir las yemas y seguir batiendo.
Añadir la leche, el aceite, y la mermelada y seguir batiendo.
Añadir la manzana rallada y mezclar con la velocidad más baja.
Incorporar la harina con una lengua suavemente con movimientos envolventes, para no romper las burbujas de la masa. No hace falta mezclar mucho.
Poner moldes de papel en los huecos de la bandeja de horno para magdalenas y llenarlos con la masa hasta tres cuartas partes (en el horno subirá).
Cocción:
En horno precalentado a 180ºC hornear 30 minutos.
Baño:
Mezclar los ingredientes, obtendremos una masa densa. Ponerlo en un cazo a fuego lento y cocinarlo removiendo hasta que empiece a hervir. Bajarlo del fuego y untar las magdalenas dándoles la vuelta. Si queieres una capa más gruesa, una vez untadas reposarlas 15-20 minutos a temperatura ambiente, repetir la operación. La cobertura se pone sólida en una o dos horas. Importante NO meterlas en frigorífico, porque la cobertura se queda pegajosa.
Consejo:
El llenado de moldes es fácil con una cuchara dosificadora como lo que se usa en heladerías, o usar una manga pastelera.
Una alternativa limpia y barata es usar una bolsa de plástico como lo que se usa para congelar alimentos. Ponerla abierta sobre un bol con el borde superior doblado hacía fuera y verter la masa en el interior de la bolsa. Sin dejar mucho aire en el interior cerrar la boca con un nudo y cortar una esquina inferior haciendo un orificio no demasiado grande para controlar bien la cantidad de masa que se vierta. Situar el agujero sobre el molde y apretar. Una vez terminado tirar la bolsa (al contenedor de envases).