La crême fraîche, como su propio nombre indica, es una crema fresca. Es grasa, similar a la crema agria pero menos amarga.
Estas magdalenas llevan bastante grasa por lo que es conveniente esperar 24 horas para consumirlas, así el sabor se asienta.
INGREDIENTES:
Harina de trigo: 200 gramos.
Crême fraîche: 200 mililitros.
Aceite de oliva virgen extra: 200 mililitros.
Azúcar: 150 gramos.
Huevos: 3.
Levadura química: 16 gramos.
Sal: 1/4 de cucharadita.
ELABORACIÓN:
Batimos los huevos con el azúcar hasta que la masa blanquee. Añadimos la crême y el aceite y volvemos a batir hasta que se hayan mezclado.
En otro bol, tamizamos la harina con la levadura. Añadimos la sal y la ralladura de limón. Mezclamos estos ingredientes con una cuchara.
Añadimos esta mezcla a la anterior y removemos con una cuchara hasta que esté homogénea.
Tapamos el recipiente con film y lo metemos en la nevera, un mínimo de una hora y un máximo de...¡lo que aguanten las ganas por comer magdalenas!
Precalentamos el horno a 250ºC. Sacamos la masa de la nevera y la batimos con unas varillas. Rellenamos las cápsulas unos 3/4 de su capacidad. Por encima, podemos poner lo que más nos guste. En mi caso, un poquito de azúcar.
Las horneamos 14 minutos a 210ºC o hasta que estén doradas.