¡Buenas tardes y feliz Lunes!
Pues ya estoy aquí de nuevo, de vuelta del finde y con muchas ganitas de compartir con vosotr@s otro pequeño y dulce descubrimiento que he hecho estos días. Y es que el mundo gastronómico es infinito en todas sus expresiones. Podemos hablar del amplísimo repertorio que nos brinda la Cocina en general y podemos también ahondar un poquito en muchos de sus apartados, ya sabéis que uno de ellos, la Repostería, es mi talón de Aquiles, mi debilidad, pero poco a poco me voy asomando a ese amplio ventanal y no deja de asombrarme el hermoso paisaje que se contempla desde él. Hay infinidad de caminos para tomar y todos llevan a cosas buenas.
¿Y cuál es esa nueva ruta en la que he decidido adentrarme? Pues ni más ni menos que la del Pan. ¡Y bendita sea la hora!
Porque... ¿quién no asocia al menos algún momento de felicidad, o de satisfacción o de simple bienestar a este manjar de la mesa nuestra de cada día?
¿Acaso puede existir alguien que en su memoria no conserve el dulce aroma del pan recién hecho?
¿Verdad que en muchas ocasiones ese recuerdo va asociado, inevitablemente, a recuerdos de infancia, del hogar de nuestra niñez, de tardes de Invierno que transcurrían plácidas y serenas en las cocinas de nuestros padres, o de nuestros abuelos o de cualquier otro ser querido que nos haya transmitido ese amor ancestral por los alimentos elaborados con nuestras propias manos?
Aaay... Esos momentos junto al calor del horno... el tiempo se detenía y parecía que no podía haber nada tan reconfortante más allá de los muros de esa cocina tan querida.
Pues toda esta reflexión me ha llevado, casi sin querer, a desear saber más del noble oficio del Panadero y del resultado de sus manos expertas: El Pan y todas las delicias que salen de esos hornos y sus secretos milenarios.
Panes variados: De Maíz, de Pasas y Nueces, de Salvado, de Trigo, Ecológicos, Primitivos, "del País" (que decimos en mi tierra), Bollas, Bollos, Barras, Bollos de Leche...
Panes de España, maravillosos en toda la extensión de nuestra variada Piel de Toro: Chapata, Fabiola, Colón, Mollete, de Hogaza, de Broa (de mi Galicia del alma)...
¿Y qué me decís de la Bollería dulce?: Bombas de Crema, de Nata (crema de leche), Cristinas, Medias-Noches, Ensaimadas, Suizos...
¡Y los hojaldres! ¡Y las tartas y Bizcochos! ¡Las pastas! ...
¡Y cómo no, las Magdalenas!
No os podéis imaginar el hambre tan brutal que me acaba de entrar... jajaja... Casi me pierdo entre tanta delicia panadera... Yo os pondría un ejemplo de cada por región, para que no le faltase a nadie el bocado estrella de su patria chica, pero claro, tampoco se trata de hacer de esta entrada un Tratado sobre Panadería Española y variantes regionales... jajaj
Por eso (y para no aburriros) me voy a centrar de una vez en la receta que os traigo hoy y que está extraída del amplio recetario de uno de los grandes profesionales en el Arte del Pan de nuestro país, Xavier Barriga.
Estas Magdalenas de Limón y Manzana rellenas de Crema son una de esas recetas sencillas pero de increíble resultado, que sólo requieren un mínimo de preparación y un tiempo de reposo de la masa, lo que seguramente es el secreto no sólo de su delicioso sabor, sino también de su magnífico bizcocho súper-esponjoso que deja un poso de larga duración en el paladar.
Y ahora vamos con la receta, ¡al lío!
INGREDIENTES:
2 huevos XL.
125 gr. de azúcar.
60 ml. de leche entera.
190 ml. de aceite de Girasol.
210 gr. de harina de Repostería.
5 gr. de levadura en polvo.
Una pizca de sal.
Una pizca de Canela en polvo.
Ralladura de 1 limón.
Una manzana.
PARA LA CREMA PASTELERA:
.- Podéis seguir este enlace que os llevará al post donde detallo los ingredientes y su preparación.
PREPARACIÓN DE LAS MAGDALENAS:
Batir los huevos con el azúcar hasta que doblen su volumen.
Mezclamos la leche con el aceite de Girasol y los añadimos lentamente.
Mezclamos la harina junto con la levadura, la sal y la ralladura del limón y los añadimos a la mezcla anterior, batiéndola durante 3 minutos a velocidad baja y a continuación, otros 3 minutos a velocidad rápida.
Dejamos reposar la masa en la nevera, cubriéndola con papel film y durante un mínimo de 1 hora. (Yo la dejé toda la noche).
Encendemos el horno a 250ºC.
Mientras se calienta, vamos rellenando las cápsulas de las Magdalenas. Primero las llenamos hasta un poco menos de la mitad con la masa. A continuación, añadimos 1 cucharada de Crema y finalizamos rellenando hasta al menos un dedo antes del borde de las cápsulas.
Pelamos la manzana, la cortamos en rodajas finas y las colocamos a nuestro gusto sobre las cápsulas, espolvoreando azúcar sobre las mismas.
Introducimos la bandeja en el horno y bajamos la temperatura a 210ºC , horneando las Magdalenas durante unos 15 ó 16 min.
Finalmente, las sacamos del horno y las dejamos enfriar encima de una rejilla hasta que enfríen completamente.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy. Sin duda, estas ricas Magdalenas nos ayudan a recuperar el sabor más tradicional de la Panadería Casera.
Os animo a prepararlas y después, si queréis me contáis qué os han parecido.
Os deseo una muy feliz semana y nos leemos prontito.
¡Un besito para tod@s!
Por A Revolta (D"Larpeiros)