Ha pasado Halloween y también la sobredosis de calabazas. Los que me seguís desde siempre sabéis que me tira para atrás la comida con aspecto repugnante que se lleva en estas fiestas, no puedo con los dedos sangrantes o cosas así... para mí la comida con buen aspecto, gracias.
Lo cierto es que calabazas hay todo el año. En el súper las encuentras peladitas, troceadas y envasadas al vacío listas para hacer un buen uso de ellas. La crema de calabaza es deliciosa, en los arroces me encanta y cómo no en las sopas de verduras. En cuanto a los postres también tiene mil usos, empezando por el maravilloso cabello de ángel, pero la mermelada de hoy es también una buenísima opción para rellenar tartas o simplemente para acompañar unas tostadas.
Esta mermelada llevaba en borradores desde el año pasado, antes de mis largas vacaciones y no veo mejor momento que publicarla ahora, cuando tal vez tengas en casa restos de calabazas y no sepas qué hacer con ellas.
Un par de apuntes antes del paso a paso: la calabaza ya es bastante dulzona, de manera que no necesitamos utilizar tanto azúcar como necesitan otras mermeladas. Y sobre la textura, que es cuestión de gustos, yo utilizo hace tiempo el típico prensa patatas en mis mermeladas. Es un utensilio útil, muy práctico y económico. La cosa es que no me acaban de convencer las mermeladas trituradas con batidora, me gusta que tenga un mínimo de tropezones y creo que el acabado es más casero, pero esto es lo que me va bien a mí, nada más.
Ingredientes:
- 1 kg. de calabaza (ya pelada)
- 350 gr. de azúcar
- el zumo de 1 limón
- 1 ramita de canela
Elaboración:
1. Trocear la calabaza en trocitos pequeños. Poner en una olla junto con el azúcar y la ramita de canela. Exprimir el zumo de un limón y poner a fuego fuerte para que rompa a hervir.
2. En cuanto hierva la mezcla bajamos el fuego (medio o medio-bajo) y de vez en cuando iremos utilizando el prensa patatas para aplastar la calabaza.
3. En unos 40 minutos aproximadamente estará hecha. Retira la rama de canela y estará lista para ser envasada.Si prefieres en este punto puedes triturarla con la batidora para conseguir una textura más fina o dejarla así como está en este momento.
4. Una vez esterilizados los frascos que vamos a utilizar, los llenamos con la mermelada, tapamos y los ponemos boca abajo hasta que se enfríen del todo para hacer el vacío.
Vuelvo a ponerte unas recomendaciones que hice para otra mermelada que te pueden ayudar si no sueles hacer conservas caseras:
Consejos importantes para hacer conservas caseras:
- Los envases deben ser de cristal con tapas metálicas de rosca, comprobando que no tengan ningún resto de óxido.
- Se deben lavar y esterilizar los botes y las tapas por separado.
Esterilizar los botes:
- Al baño maría deben hervir por lo menos 5 minutos y se dejan secar boca abajo encima de un trapo o papel de cocina.
- Para esterilizarlos en el microondas se llenan de agua hasta la mitad y se meten en el micro por lo menos 5 minutos, de manera que el agua hierva dentro del bote. Luego se sacan y se dejan secar boca abajo encima de un trapo o papel de cocina. Las tapas, al ser metálicas, no se pueden meter en el micro y se hierven en una olla con agua 5 minutos.
Hacer el vacío:
- Para hacer el vacío, una vez llenos con la mermelada se tapan y se introducen en una olla totalmente cubiertos de agua y se dejan hervir por lo menos 20 minutos. Se sacan, se dejan enfriar y ya están listos para guardar.
- Otra forma de hacer el vacío sin necesidad de hervirlos que es la que yo utilizo es llenar los tarros con la mermelada caliente, taparlos y dar la vuelta a los botes. Se dejan en esta posición hasta que estén totalmente fríos que es cuando les daremos la vuelta y ya estarán listos para guardar en la despensa.
Es importante poner la fecha en el bote, para ir consumiendo primero las conservas más antiguas.
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