Si hay un postre de excelencia en mi casa, es el Milhojas de crema o de merenge. Cualquiera de los dos “vuelan” de la bandera de dulces y a ver quién lo pilla el primero jaja.
Son deliciososos, postre reservado para los más golosos . Y además no son muy difíciles de preparar, solo necesitaremos una buena masa de hojaldre (congelada o refrigerada comprada facilmente en cualquier supermercado o casera si os animéis a hacerla) y un buen relleno a base de crema pastelera o merengue o nata (crema de leche) chocolateada
El truco más importante para conseguir una buena Milhojas es la cocción del hojaldre. Tiene que estar bien doradito por ambas caras y crujiente. A continuación os indico cómo conseguirlo.
Ingredientes para unas 6 personas:
-2 planchas de hojaldre rectangulares
Para la crema pastelera :
-4 yemas de huevo
-500 ml de leche entera
-125 gramos de azúcar
-45 gramos de maicena
-Una cucharadita de esencia de vainilla
Para el glaseado :
-100 gramos de azúcar glas
-40 gramos de clara de huevo
-Una cucharadita de cacao sin azúcar
Vamos a hornear primero el hojaldre. Desenrollamos la masa y la dividimos en dos partes iguales. Vamos a necesitar 3 partes por lo que utilizaremos una hoja y media de hojaldre. Si preferís, podéis dividirla en porciones individuales , es decir, en rectángulos del tamaño que más os guste. Tener en cuenta que vamos a necesitar 3 trozos por cada milhojas.
Esparcimos por encima de la masa un poco de azúcar glas y la agujereamos por todas partess con la ayuda de un tenedor ( así no se inflará). Lo llevamos al horno precalentado a 200 grados durante unos 15 minutos hasta que veamos que esté bien dorado. A continuación le damos la vuelta, volvemos a esparcir un poco más de azúcar glas y lo horneamos de nuevo durante unos 5 minutos más.
De esta forma conseguimos un hojaldre bien crujiente que la crema no traspasará y ablandará gracias a la fina capa de azúcar que ha caramelizado su superficie y nos aguantará perfectamente incluso al día siguiente ( siempre que lo guardemos en la nevera).
Para hacer la crema pastelera:
Vamos primero a calentar la leche- reservando medio vaso_ sin llegar al punto de ebullición.Es en este momento cuando podéis poner un trozo de piel de limón o naranja, un palo de canela para darle más sabor .
Mientras iremos mezclando bien las yemas junto al azúcar, la esencia de vainilla y la maicena. Diluimos en ello el medio vaso de leche que anteriormente habíamos apartado.
Vertemos suavemente esta mezcla en la leche caliente y no dejamos de remover hasta que la crema espese. Tarda muy poco y apenas empieza a burbujear retirar inmediatamente del fuego. Verter en un bol y dejar enfriar.
Truco: cubrir con un papel film transparente tocando la crema, de esta forma no se formará costra.
Para el glaseado: en un bol batimos ligeramente las claras de huevo y añadimos el azúcar glas. Nos debe quedar una mezcla lo suficiente liquída-espesa. Apartamos en otro bol una cucharada de este glaseado y añadimos la cucharadita de cacao con el que formamos las líneas horizontales tan características del milhojas.
Truco: para que me sea más fácil, yo suelo glasear primero la porción de hojaldre suelta y luego colocarla encima de las demás. Vierto hasta cubrirla enteramente de glaseado blanco y seguidamente trazo unas lineas horizontales con el glaseado de cacao. Con una puntilla trazo unas líneas paralelas en ambos sentidos .
Vamos al montaje: vertemos encima de la primera capa la mitad de la crema pastelera (ya bien fría), ponemos encima otra masa de hojaldre y la otra mitad de crema. Tapamos con la masa de hojaldre glaseada.
Es recomendable dejar el milhojas unas 3 hojas en la nevera antes de servir para que se asiente bien.
Un postre de primera que gusta a todo el mundo.
Bon appétit Mama
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