Creo que no os lo explicado aún pero estoy apuntada de hace siglos a un curso que están haciendo ahora mismo en Coursera que, para los que no lo sepan, es una plataforma genial de cursos online gratuitos impartidos por universidades de todo el mundo. Bueno, pues la semana pasada empezó uno que lleva por nombre “The Science of Gastronomy” (sí, indispensable el inglés porque casi todo es en este idioma) y ése es el que estoy haciendo :)
Este es el motivo por el que igual veis que publico un poquito menos y que estoy menos en Facebook y en Twitter y esas cosas. ¡¡Ya estaba en 100 guerras y ahora voy y me apunto a otro curso!! No tengo remedio.
No me arrepiento en absoluto, de momento es muy interesante y prometo contaros cositas a medida que vayamos entrando más en materia. Por ahora he descubierto que no estoy mal con el tema de distinguir sabores. Os juro que me han hecho dudar de si yo tengo la lengua dormida con el ácido porque a menudo lo que a mi me parece “saborcito rico de limón” hay gente que dice que se le pone cara de… bueno, una cara así. Pinchad, pinchad en el enlace :D
En fin, que mientras dure este curso, hasta principios de Mayo, estaré a medio gas… pero estaré ;) y cuando termine, bueno, que se prepare to el interné que lo vamos a poner del revés con lo que aprendamos!
Dicho esto, vamos con la receta. Pero antes (madre mía qué expectación hoy con la receta, parece que no voy a entrar nunca en materia)… antes os quiero contar de dónde salió el preparar esta receta.
Resulta que para celebrar el buen curso de un proyecto en el que estoy metida nos llevaron a cenar a un sitio muy bueno.
Con los entrantes me puse las botas… recuerdo con ansias unas navajas a la brasa que aún ahora me hacen salivar… con el plato principal me puse las botas otra vez. Pero es que cuando llegó el postre… mira que ya estaba llena y sin hambre las cosas no se saborean tanto. ¡Qué postre tan espectacular!
No tiene nada de especial (o sí) un milhojas de nata (crema de leche) con frambuesas. Es muy sencillo de preparar, pero supongo que sería por la calidad de los ingredientes que usaron, por lo bien hecho que estaba el hojaldre (ya sabéis que soy muy fan, ¿no? ;) ). No se, el caso es que tenía un sabor que no se puede describir. Sí. Sí se puede. Tenia SABOR, eso es. No es tan fácil de encontrar el sabor perfecto y equilibrado a pesar de lo que parezca, y ése lo tenía.
En un intento de igualar ese milhojas llegué a casa y me puse a preparar algo parecido. Y así salió mi versión.
Yo no os voy a decir qué tal está, mejor lo probáis y me decís ;)
Ingredientes (para 2 personas bastante golosas)
Ya hace unos días que aprendimos a preparar hojaldre, así que usaremos la receta. Si no, pues con hojaldre comprado… que no saldrá igual, pero bueno, no siempre tenemos el tiempo para prepararlo.
Receta para preparar hojaldre casero
250 grs. de hojaldre
200 ml de nata (crema de leche) para montar (materia grasa 35.1%)
200 grs. de frambuesas
3 cdas. de azúcar
Azúcar glas para decorar
Preparación
1. Tenemos que hornear el hojaldre de forma que no crezca. Que en mis fotos es mejorable, lo se, pero estaba bastante bien conseguido. Para ello estiramos el hojaldre y lo cortamos en piezas alargadas. Formarán las capas de cada milhojas, así que las dejaremos del tamaño que queramos hacer los postres, teniendo en cuenta que harán falta tres capas. Yo prefiero hacer porciones individuales y así es más fácil de servir.
2. Colocamos todas las planchas de hojaldre en una bandeja con papel sulfurizado. Espolvoreamos 2 cucharadas de azúcar repartido entre todos ellos, los pinchamos con un tenedor para que no crezcan y luego ponemos peso encima. ¿Cómo? Lo que yo hice fue cubrirlo con otro papel sulfurizado y encima poner otra bandeja de horno… si aún así crecen tenemos un problema! ;)
3. Horneamos durante 8 minutos a 200 grados y pasado ese tiempo quitamos el peso de encima y lo horneamos 5 minutos más, para que coja un color dorado. Puede ser que tras quitar el peso el hojaldre intente hincharse, es muy cabezón a veces. Sin remordimientos lo pinchamos para que saque el aire.
4. Dejamos enfriar las planchas mientras montamos la nata (crema de leche) con la cucharada de azúcar que nos quedaba
5. Para montarlo pondremos primero una plancha de hojaldre. Luego una capa de nata (crema de leche) (queda más bonito si lo hacemos con una manga pastelera y una boquilla de estrella, pero no es imprescindible). Sobre la nata (crema de leche) ponemos unas frambuesas, luego otro hojaldre y repetimos. Terminamos con otro hojaldre y un poco de azúcar glas espolvoreado.
Es un postre de esos que a simple vista impresiona, que ya se ve venir que estará muy rico. ¡Y lo está!
Se me ocurre que se podría probar también con crema pastelera en lugar de nata (crema de leche), pero éste será en otra ocasión. Ahora se trataba de intentar reproducir el postre del restaurante y si tuviera que puntuar su parecido del 0 al 10, creo que un 7 sería una nota justa :)
¡Espero que os guste tanto como a mi!
º0º