Estas nuggets de pollo son fáciles y no llevan grasa ni harina, por lo que mantendremos al mínimo los hidratos de carbono. Yo generalmente suelo hacerlas con las bandejas de carne picada de pollo y pavo que venden en el Mercadona, y las especias son todas de bote.
En un bol mezcla la carne de picada de pollo y pavo con sal, ajo en polvo y cebolla en polvo a tu gusto.
Haz bolitas pequeñas como si fueran para albóndigas y aplástalas hasta que consigas la forma de los nuggets o si lo prefieres hazlas en forma de barritas.
En otro plato, mezcla a partes iguales salvado de avena y de trigo, que harán de sustitutos para el pan rallado que NO vamos a utilizar.
Bate un par de huevos para el rebozado y pasa cada una de las nuggets, primero por la mezcla de salvados hasta que quede completamente cubierta la carne y después por el huevo. Es importante que dejes escurrir el huevo antes de meterlas al horno para que conserven la forma.
Pon las nuggets ya rebozadas y escurridas en un papel de cocina y al horno. Con calor arriba y abajo a 180º estarán hechas en unos 30 minutos, guíate por el dorado exterior y dales la vuelta a los 15 minutos para que se hagan de manera uniforme.
Lo más típico es acompañarlas con salsa barbacoa, pero si quieres ser estricto/a con el régimen proteico es preferible preparar alguna salsa ligera, por ejemplo con un poco de queso fresco batido y mostaza.