Tiene un sabor fino y elegante y la presentación, si te esmeras un poco, puede ser espectacular.
Ingredientes:
300 gr. de coliflor troceada.
1/2 cebolla.
150 gr. de leche.
200 gr. de nata (crema de leche).
1 nuez de mantequilla.
6 hojas de gelatina neutra.
200 gr. de salmón ahumado.
eneldo y cebollino.
sal y pimienta.
En una cazuela ponemos una nuez de mantequilla y rehogamos en ella, hasta que transparente, media cebolla picada.
Añadimos a la cazuela la coliflor troceada y le damos unas vueltas sin que coja color. No debe perder su blancura.
Vertemos sobre la cazuela la leche y la nata (crema de leche) hasta cubrir, salpimentamos y dejamos cocer a fuego medio hasta que la coliflor esté bien tierna.
Ponemos las hojas de gelatina en agua fría para que se vayan ablandado durante el tiempo de la cocción de la coliflor, unos 20 minutos.
Introducimos, en un vaso mezclador potente, la coliflor cocida con todo el líquido, rectificamos de sal si fuera necesario y añadimos las hojas de gelatina bien escurridas. Batimos hasta obtener una crema fina y homogénea y luego la pasamos por un colador por si nos queda algún elemento más grueso.
Rellenamos unos moldes, pueden ser individuales o un molde más grande como de pudin que luego deberemos porcionar para servir, así que los que tengamos servirán. Una vez llenos, los introducimos en la nevera hasta que cojan consistencia. Deberemos esperar, al menos, 5 o 6 horas para que estén perfectamente cuajados.
Puede adornarse con taquitos de jamón, diferentes ahumados, huevas, verduras de temporada tibias en menestra….en fin, usa tu imaginación!
En esta ocasión los hemos servido acompañados de pequeños taquitos de salmón ahumado (mejor comprar una pieza gruesa que lonchas), un poco de eneldo picado y unas ramas de cebollino para adornar.