El clásico es con cabracho, pero se puede preparar con cualquier pescado blanco, aunque los de roca dan un sabor buenísimo. Hay una alternativa al cabracho, que es un pez muy parecido que , al menos en las pescaderías de Madrid, llaman cabra y que es muy parecido al cabracho pero con un precio mucho más contenido.
Otro detalle que para mi marca la diferencia, es la salsa de tomate, que aunque se puede preparar con una envasada, una casera lo mejora muchísimo, lo mismo que la mayonesa, como la casera nada.
Y por último, la receta es sencillísima, la única parte "un poco compleja" es desmigar el pescado para quitarle bien todas las espinas, es entretenido, pero nada más.
INGREDIENTES
800gr. de Cabracho o pescado blanco (se queda en 1/2Kg. una vez limpio).
8 huevos.
1 zanahoria.
1 puerro.
1 hoja de laurel.
1 chorro de AOVE.
1 chorro de vino blanco.
250cc de nata (crema de leche) liquida de cocinar.
250cc de salsa de tomate.
Sal.
Pimienta.
Perejil.
Mahonesa
ELABORACIÓN
Lo primero es cocer el pescado. Yo para un cabracho de ese tamaño lo dejo 10-12 minutos, si te pasas se quedara seco, recuerda que luego se cocina el pastel al baño maría. Lo vamos a cocer en agua salada con el puerro, la zanahoria, el laurel un chorrito de aceite de oliva virgen extra y un chorrito de vino blanco.
Una vez cocido lo dejamos enfriar para poder limpiarlo de espinas y de la piel y desmenuzarlo.
Batimos los huevos, añadimos la nata (crema de leche) y la salsa de tomate, salpimentamos y añadimos el pescado. A mi me gusta dejar los trozos que se noten y no es el momento de darle un toque de batidora.
Preparamos un molde con mantequilla y harina o pan rallado, para evitar que se pegue y lo vamos a cocer al baño maría en el horno a 225ºC durante unos 60 minutos. Lo dejamos enfriar para desmoldarlo.
Tal cual esta de muerte, pero a mi, en ocasiones, como las de la foto, le pongo una capa muy suave de mahonesa y lo envuelvo con salmón ahumado.
"Toda la gente se alegraba con las maravillas que hacía." Lucas 13, 17