De sobra sabemos que las mandarinas no caen del cielo, pero en esta ocasión nos llovieron cinco quilos por gentileza de NaranjasKing que se dedica al cultivo de cítricos en la Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía. La mandarina es originaria de China pero es en el levante español donde ha encontrado su hábitat ideal, como tantos jubilados europeos que han venido en busca de sol y buena temperatura? y de cítricos, por supuesto, que ayudan a pasar los inviernos sin resfriados ni gripes.
Recientemente habíamos hecho un "Semifrio demandarinas" y no era cuestión de repetir el mismo postre. Total que pensamos hacer estos pastelitos individuales que llenaron la cocina de un persistente olor a mandarina, porque si una cosa tiene este cítrico es su intenso aroma. Otra característica es su vivo color anaranjado, y en el caso de las mandarinas clementinas, su justo equilibrio entre dulzor y acidez.
RECETA
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INGREDIENTES (para 6 pastelitos)
3 yogures griegos azucarados.
4 hojas de gelatina.
1 manzana golden.
4 mandarinas.
8 galletas María.
Una nuez de mantequilla.
Unas hojas de menta para decorar.
70 g de azúcar.
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PREPARACIÓN
Pelar la manzana, descorazonar y cortarla en láminas finas con ayuda de una mandolina. Ponerlas en un cazo con 4 cucharadas de agua y hervir hasta que esté tierna.
Poner la gelatina en agua fría durante 5 minutos.
Lavar y secar bien las mandarinas. Exprimirlas y guardar la piel de media cáscara.
Calentar el zumo con el azúcar y la media corteza de mandarina sin dejar que hierva. Retirar la cáscara, agregar la gelatina escurrida y revolver hasta que se disuelva. Dejar templar y añadir los yogures mezclando bien.
Triturar las galletas con ayuda de batidora o Thermomix y mezclar con la mantequilla derretida.
En moldes individuales que se puedan desmoldar disponer una base de galleta en cada uno. Colocar encima las láminas de manzana escurridas y cubrir con la crema de mandarina.
Servir fríos, decorados con un gajo de mandarina y unas hojas de menta.