Otra receta más de mi viaje por la zona norte, en este caso Asturias. Después de una caminata de unas 7 horas,unas vistas increíbles, una ruta sin marcar. Sendas interminables, temperatura muy agradable en el mes agosto y una compañía inmejorable.
En un bar de los Llames de Pria, nos prepararon un rico cachopo, con unas patatas al cabrales y unas botellas de sidra bien frías. Había que recuperar fuerzas, y estaba todo muy delicioso.
Cuando llegamos a cudillero, nos quedamos alucinados con el pueblo. Pequeño, pero mágico. Unas vistas preciosas y su gente muy amable.
Alli, en una tienda, hicimos estragos. Cogímos varias clases de queso, gamonue, cabrales y uno ahumado.
Y ahora que os he abierto la curiosidad y el hambre, nos ponemos el delantal y a cocinar estas ricas patatas al cabrales.
Ingredientes para 2 personas:
– 2 patatas para freír.
– queso cabrales.
– nata (crema de leche) líquida.
– sal fina.
– sal gruesa.
– aceite de oliva.
Pasos de Elaboración:
Paso 1.
En primer lugar, pela las patatas y lávalas bien en agua fría. Corta las patatas en forma de bastones no muy gordos. Sécalas bien y reserva para freír.
Paso 2.
En un cazo, pon una gota de aceite echa la nata (crema de leche) líquida y unos trozos generosos de queso cabrales. Remueve hasta que quede una salsa homogénea y no muy líquida. Reserva.
Paso 3.
En una sartén pon aceite de oliva, fríe a fuego medio-lento hasta que cogan un tono dorado.
Saca las patatas y deja reposar durante unos 5 minutos. Pon de nuevo la sartén con el aceite de oliva a fuego fuerte, y vuelve a meterlas durante un par de minutos. ( una forma de que salgan crujientes).
En un plato que habrás puesto papel absorbente, echa las patatas, retira el exceso de aceite. Echa una pizca de sal fina y otra pizca de sal gruesa. Remueve, pon un plato plano y echa por encima la salsa de queso cabrales.
No me digas que te vas a perder de hacer esta receta, son muy pocos pasos y el sabor es extraordinario si te gusta el queso.
Y ahora come un trozo de pan de pueblo, unas pocas patatas al cabrales y un vaso con sidra fresquita.
Espero que os haya gustado y probéis la receta, hasta la próxima semana.