Parece que este puente ha estado pasado por agua en la mayor parte del país y aunque por aquí no ha caído ni una gota de momento, es verdad que ha refrescado un poco.
Estaba deseando volver a los platos de cuchara que son los que más me gustan con diferencia, y me estreno con un guiso que está para hacerle un monumento.
Ya, me dirás que te pillo de puente, que está todo cerrado y no puedes salir a comprar mejillones... una lástima, pero mañana todo vuelve a la normalidad. Así que no te olvides de esta receta, que te va a gustar!
¡¡Prepara la cuchara!!
Ingredientes:
- 1 kg. de mejillones
- 4 patatas grandes o 6 medianas
- 1 tomate maduro grande o 2 pequeños
- 3 dientes de ajo
- 1 cebolla
- 1 chorrito de vino blanco
- 1 hoja de laurel
- 1/2 cucharita de pimentón dulce
- aceite de oliva
- sal
Elaboración:
1. Lo primero de todo es limpiar los mejillones y abrirlos al vapor en una sartén con 2 dientes de ajo pelados, un chorrito de aceite de oliva y otro de vino blanco.
2. En cuanto se abran retira la sartén del fuego y déjalos templar para sacarlos de las valvas posteriormente. No tires el caldito de la sartén porque luego se lo añadiremos a las patatas.
3. En una cazuela amplia sofreímos el diente de ajo restante bien picadito junto con la cebolla troceada.
4. Cuando la cebolla esté blandita añadimos el tomate rallado.
5. Pelamos y triscamos las patatas, esto es trocearlas con un cuchillo pero al llegar al final arrancar lo que queda para que suelten el almidón y la salsa quede más gordita. Intenta hacer los trozos del mismo tamaño para que se hagan todas por igual. Añadimos el pimentón dulce, la hoja de laurel y sazonamos con sal.
6. Cubrimos con agua y en cuanto rompa el hervor, bajamos el fuego y dejamos que se hagan tranquilamente.
7. Cuando veas que las patatas están tiernas, añadimos los mejillones sin las valvas y el caldito que habremos pasado por un colador para evitar cualquier resto de tierra que hayan soltado los mejillones. Dejamos que hierva todo junto, a fuego muy suave, durante dos o tres minutos más.
¡¡A comer!!
Nos vemos el miércoles.
¡Feliz semana!
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