Cuanto me gustan los guisos clásicos y muchas veces por serlo los despreciamos, pero ¡me niego!
En cuantas cocinas no tenemos nuestra propia receta de pollo al ajillo, y si hablas con uno o con otra siempre los toques son especiales, aunque sea el mismo guiso cada cual le da su propio toque.
Esta receta está dedicada a los que empiezan en la cocina, no es muy complicado de preparar y no hay que dejar perder nuestros guisos de siempre.
Como preparar el guiso:
Esta vez lo preparé con muslitos, pero se puede preparar con cualquier parte del pollo e incluso con conejo, sale también riquísimo preparado de esta forma.
Salpimentar el pollo.
Poner abundante aceite de oliva virgen extra en una sartén y cuando esté caliente freír los muslitos hasta que estén bien dorados (sale mejor el guiso cuanto más dorados estén).
Sacar y reservar.
Mientras se fríe el pollo cortar la cebolla y los ajos a trocitos pequeños.
Cuando esté bien dorado quitar la mayoría del aceite de la sartén dejando como 5/6 cucharadas.
Echar la cebolla, los ajos y la guindilla.
Dejar dorar a fuego mínimo.
Añadir el vino o cerveza y dejar evaporar el alcohol unos segundos.
Echar el pollo frito y dejar cocinar todo junto y con el fuego al mínimo 30 minutos.
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