Ya sabéis lo que nos gusta en casa la comida orienta. Hemos tenido la suerte de que Noa, a pesar de que los sabores suelen ser fuertecitos, es una clara hija de sus padres en este sentido y también le chifla! La salsa de ostras, aunque es un básico, a mi sigue siendo una de las salsas que más me gustan, y aunque siempre la hago con ternera, hoy hemos cambiado y la verdad es que al pollo también le queda divinamente.
Espero que lo probéis y me contáis!
Buen fin de semana!
Ingredientes:
(para 2 personas)
- 250 gr. de contramuslo de pollo deshuesado y sin piel
- 1/2 cebolleta
- 200 gr. de champiñones laminados
- 2 cucharada de salsa de soja
- 3 cucharadas soperas de salsa de ostras
- 1 cucharada de azúcar
- 1 cucharadita de café de glutamato monosódico
- 1 cucharadita de ralladura de jengibre
- 1 diente de ajo
- 1/2 vaso de agua
- aceite de girasol
- cebollino fresco picado
- 1 cucharadita de maizena
- pimienta blanca
Preparación:
En primer lugar, un rato antes adobamos el pollo. Cortamos el pollo en trozos de bocado y los ponemos en un bol. Añadimos una cucharada de salsa de soja, una cucharada de salsa de ostras, una cucharada de maizena y una pizca de pimienta blanca y removemos bien para que se impregne en los trozos de carne. Debe quedar bien impregnado. Dejamos reposar media horita.
Pasado ese rato vamos a por la receta.
Picamos un diente de ajo. Cortamos la cebolleta en rodajitas.
En una sartén con un chorrito de aceite de girasol ponemos a pochar los champiñones laminados. Los doramos y cuando estén ya hechos los retiramos.
En la misma sartén añadimos el pollo y lo ponemos a dorar. La sartén o el wok debe estar a temperatura alta y salteamos para que quede doradito por fuera pero tierno por dentro.
Bajamos el fuego y añadimos el diente de ajo picadito y la cebolleta. Salteamos todo junto para que coja sabor pero que no se nos queme.
Añadimos dos cucharadas soperas de salsa de ostras, una cucharada de salsa de soja, una pizca de jengibre en polvo, una cucharadita de azúcar, medio vasito de agua y opcionalmente una pizca de glutamato sódico y bajamos el fuego. Dejamos reducir la salsa.
A la hora de servir, espolvoreamos un poco de cebollino fresco picado.