Las recetas de bacalao son muy típicas en esta fecha. En mi tierra, en Navarra, hay muchas recetas con este pescado ya que, como en casi todas las comunidades que no tienen acceso a mar, el bacalao era accesible para estas tierras por su conservación en salazón. Por ello hay muchas recetas con bacalao fabulosas, como el ajoarriero navarro que tanto os gusta y cuya receta está en el blog (pincha aquí).
Así que he crecido casi con un bacalao bajo el brazo y es uno de mis pescados favoritos (cuando voy a Portugal me pongo las botas). Así que las recetas de Semana Santa, que suelen usar mucho este pescado, me encantan. En el blog puedes encontrar los buñuelos de bacalao (pincha aquí) o croquetas de bacalao y gambas (pincha aquí) para aprovechar al máximo este pescado en esta época. Ya os digo que os van a encantar todas... pero, ahora, toca disfrutar de este fantástico potaje de vigilia.
Una receta que no puede faltar en estas fechas: ¡potaje de vigilia! Un potaje delicioso, con un intenso sabor, que podemos disfrutar realmente en cualquier época del año. ¡No os perdáis este recetón y os animo a que lo hagáis en casa!
POTAJE DE VIGILIA
Dificultad: Fácil
Horneado: Sin horno
Tiempo: 120 mins (aprox)
Temporada: semana Santa
Raciones: 4 personas
Etiquetas: Primero
Trotamundos: Europa
INGREDIENTES
350 gr de garbanzos secos
Un puerro
Una cebolla fresca
Dos pimientos verdes italianos
Dos dientes de ajo
Dos tomates
350-400 gr de bacalao desalado
Un puñado de espinacas frescas
500 ml de caldo de pescado
Una pizca de pimentón dulce
Sal y pimienta
Dos huevos
CÓMO SE HACE
- Comenzamos el día anterior poniendo los garbanzos a remojo. Seguid las instrucciones de la marca, pero lo ideal son 10-12 horas de remojo.
- Al día siguiente, escurrimos bien los garbanzos y los colocamos en una olla con abundante agua. Añadimos sal y unas hojas de laurel (opcional) y los cocemos durante dos horas. Yo he llevado a ebullición y bajado a fuego medio y cocinado hasta que estaban tiernos, casi dos horas.
- Una vez cocinados, los escurrimos bien.
- Llevamos un cazo lleno de agua a ebullición y cocemos dos huevos durante 10 minutos. Dejamos enfriar por completo.
- Vamos a preparar un sofrito. Para ello, picamos la cebolla, los dientes de ajo, el puerro y el pimiento. Rallamos los tomates. Cortamos el bacalao en tiras.
- En una sartén amplia, añadimos un chorrito de aceite y freímos la cebolla y el ajo hasta que empiecen a dorarse ligeramente. Añadimos entonces el puerro y el pimiento verde italiano. Dejamos que se cocine todo bien.
- Añadimos el tomate rallado, el pimentón, sal y pimienta al gusto. Mezclamos bien y dejamos cocinar 5 minutos. Añadimos el caldo de pescado y dejamos cocinar 5 minutos más.
- Trituramos todo el sofrito, hasta que quede bien fino, sin grumos ni trozos de verduras. Llevamos a fuego medio y dejamos que se cocine 5 minutos más.
- Añadimos el bacalao y las espinacas frescas y dejamos que se cocine durante 5-8 minutos. Terminamos añadiendo los garbanzos bien escurridos (sin las hojas de laurel). Dejamos que se cocine todo junto un par de minutos.
- Servimos en caliente, acompañado de medio huevo duro partido.
- Queda fabuloso de un día para otro, como casi todos los potajes.
¡A disfrutar!
TRUCOS Y CONSEJOS
Podéis usar garbanzos ya cocidos, sin problema, incorporándolos, bien escurridos, en el mismo momento que lo hago yo en la receta.
Puedes omitir el pimentón, pero a mí me gusta el toque que le da.
Fuente: este post proviene de Jaleo en la Cocina, donde puedes consultar el contenido original.
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