Hoy más que una receta os traigo una idea para sorprender a vuestros hijos en Halloween. La idea la vi en Pinterest, y me pareció una buena forma de preparar una merienda o una cena en Hallowen. Es una simple quesadilla rellena de queso Cheddar. Las quesadillas provienen de la cocina mexicana, y no es otra cosa que una tortita de maíz o de trigo rellena de queso, a la que se le puede añadir más ingredientes. Lo normal es hacerla doblada, aunque si se hace sin doblar, como he hecho yo, se llaman quesadillas sincronizadas. En esta ocasión la he recortado con un cuchillo dándole forma de calabaza.
INGREDIENTES (para cinco quesadillas):
10 tortitas de trigo
250 gr. de queso Cheddar en lonchas
PREPARACIÓN:
Yo he cortado las tortitas con forma de calabaza con la ayuda de un cuchillo, aunque podéis hacerlo con un cortador de calabaza, el único problema es que saldrían miniquesadillas, aunque también es una buena opción, pues los niños a veces no se la comen entera. La verdad es que no es muy difícil darle la forma de calabaza, a la parte de abajo de la tortita no hay que hacerle nada, sólo empezar a darle forma desde la mitad para arriba,. Una vez que tengamos la primera, haremos las siguientes usando de plantilla ésta, para que nos salgan todas iguales.
Sólo a la mitad de ellas le haremos los ojos, nariz y boca. Ya que en la de abajo no es necesario hacerla. Éstos detalles también los haremos con un cuchillo afilado. Una vez que tengamos cinco calabazas sin cara y otras cinco con cara empezaremos a preparar las quesadillas. Calentamos una sartén de un tamaño superior a las tortitas. Cuando esté bien caliente ponemos una tortita si cara, añadimos unas lonchas de queso, hasta cubrir toda la tortita, algunas las pondremos partidas para que no queden partes sin queso. Una vez que veamos que el queso empieza a derretirse pondremos encima una tortita con cara. Damos la vuelta con la ayuda de una espátula y doramos un poco por el otro lado. Con cuidado de que no se nos queme en exceso. Como veis una de las dos de la foto quedó un poco más chamuscada que la anterior y se difumina un poco la forma entonces de los ojos, boca y nariz. Una vez que esté hecha la quesadilla, sacamos y servimos caliente. Es suficiente con tenerla un par de minutos por cada lado, y conforme la sartén se vaya calentando más las siguientes tardarán aún menos.
Podéis completarle el relleno con jamón cocido, jamón serrano o lo que más os guste, pero siempre dejando el queso arriba, para que al derretirse marque los ojos, nariz y boca de la calabaza. Espero que os haya gustado la idea. Seguro que a vuestros hijos les encanta.
Feliz martes.
Lidia.