Claro, ¿por qué no? ¿Quién dijo que los muffins sólo podían saber dulce? Hay mucha gente que es más de salado que de dulce y no por ello tienen que privarse de unos muffins.
Esto me recuerda a un sitio donde trabajé hace unos años. Allí se celebraba todo. ¿Cumpleaños de Fulanito? Se traía desayuno para todos. ¿Menganito se ha independizado? Desayuno para todos. ¿Zutanito se ha comprado una lámpara nueva en el Ikea y se ha pasado el fin de semana colgándola en el comedor? Desayuno para todos.
Os pensaréis que estábamos todos gordos. Algunos sí (jajaja… ¡¡¡no voy a decir nombres!!!) y otros no porque, afortunadamente, aparte de ser de buen comer y de mucho celebrar, también eramos deportistas y salíamos a correr, nos apuntábamos a carreras y esas cosas.
Bueno, en este paraíso del tragón había mayoría de personas “que son más de salado que de dulce”. Al final esto provocó que las típicas bandejas con croissants, croissants de chocolate, ensaimaditas y cosas por el estilo se cambiaran por… bandejas de bocadillos. Sí sí… bocadillos de queso, de jamón, de tortilla de patatas… vamos, los típicos que nos podíamos llevar de pequeños al cole. ¡Y la gente los devoraba!
Con el tiempo me he dado cuenta de que no hace falta llevar bocadillos para contentar a las personas que les gusta más el salado que el dulce. Por ejemplo estos muffins les encantarían, estoy segura.
Muffins de arándanos y queso parmesano (para 18 unidades)
225 grs. de harina floja
2 cdtas. de levadura en polvo
1/2 cdta. de sal
50 grs. de azúcar blanquilla
4 cdas. de mantequilla derretida
2 huevos L
175 ml. de leche
115 grs. de arándanos
25 grs. de queso parmesano rallado
Preparación
1. Preparamos los moldes para muffins poniendo una cápsula en cada uno. Precalentamos el horno a 200ºC
2. Tamizamos la harina, la levadura y la sal. Añadimos el azúcar y lo mezclamos
3. En otro recipiente mezclamos la mantequilla con los huevos batidos y la leche. Añadimos la harina poco a poco, removiendo bien. Cuando la terminemos, añadimos los arándanos, con cuidado de que no se rompan.
4. Repartimos la masa en los moldes y espolvoreamos por encima el queso parmesano.
5. Horneamos los muffins durante 25 minutos o hasta que hayan subido y estén dorados. Luego los sacamos y los dejamos enfriar sobre una rejilla
Estos muffins me sirvieron como ejercicio para probar diferentes estilos de foto. Hay unas fotos en clave baja (oscuras, con contrastes de luz y sombra) y otras en clave baja (en tonos claros).
La verdad es que no me decido por un estilo, los dos me atraen… vamos, que el hecho de hacer fotos a los mismos muffins en diferente escenario no me sirvió para decidirme ;)
¿A vosotros qué os parece, mejor oscuras o claras?
¡Besos!