Las había comido en la calle pero nunca la había hecho en casa y la verdad es que me ha gustado más la hecha por mí que las que he comido fuera. La masa se puede hacer casera pero sinceramente no merece la pena porque las masas industriales (se compran en cualquier supermercado) están muy bien conseguidas, así ahorramos bastante tiempo.
Aunque en esta receta os propongo cuatro quesos que a mí personalmente me gustan mucho se puede hacer con los que se quiera, o incluso quitar o añadir alguno.
¡Ah! Imprescindible un molde para tartas bajito.
¡Os va a encantar!
Ingredientes:
-1 lámina de masa quebrada
-200 ml de nata (crema de leche) líquida
-3 huevos
-100 gr de queso Enmental
-100 gr de queso Cheddar
-50 gr de queso Parmesano
-50 gr de queso Roquefort
-pimienta
-nuez moscada
Preparación:
Sacamos la masa del frigorífico y la dejamos unos minutos a temperatura ambiente porque si se desenrolla en frío se puede romper. Precalentamos el horno a 190º.
Extendemos la masa sobre el molde de quiche cortando los bordes de masa que sobresalen. Pinchamos el fondo de la masa con un tenedor para que no suba mientras se hornea. Metemos en el horno durante 7-8 minutos para que se haga solo un poco.
Mientras está la masa en el horno preparamos el relleno de la quiche. Batimos la nata (crema de leche) con los huevos, la pimienta y la nuez moscada al gusto. Añadimos los quesos troceados en trozos pequeños y volvemos a mezclar todo. Lo echamos sobre la masa medio hecha y horneamos durante 30 minutos (dependerá de cada horno). Sabréis que está hecha cuando al pinchar la mezcla (como un bizcocho) el palillo salga limpio.
Esperar a que se enfríe un poco para que al desmoldarlo no se os rompa.